Así podría actuar la presidenta, Kamala Harris, en cuestiones económicas clave

“Desde una perspectiva demócrata, creo que es una característica, no un defecto”, dijo, y agregó que las preocupaciones sobre una candidatura liderada por Biden “no se debían a sus políticas, sino a su salud y capacidad”.

Véase también: Biden ha renunciado. ¿A dónde va ahora su dinero de campaña?

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Incluso en el caso de una victoria de Harris sobre Donald Trump en noviembre, los analistas dicen que es probable que los republicanos recuperen el Senado, lo que limitaría la capacidad de Harris para firmar leyes partidista.

Se enfrentaría inmediatamente a la necesidad de negociar la extensión de los recortes de impuestos de 2017, que redujeron temporalmente las tasas de impuesto a la renta individual y aumentaron el crédito fiscal por hijo.

Biden ha prometido extender esos recortes para las familias que ganan menos de 400.000 dólares al año, y los analistas dicen que Harris probablemente adoptará la misma posición.

Un escenario en el que hay un demócrata en la Casa Blanca mientras los republicanos controlan al menos una cámara del Congreso sería uno en el que los inversores deberían esperar un poco más de moderación fiscal que si Trump gana o hay una arrasada demócrata, según Henrietta Treyz, directora de política económica de Veda Partners.

“No hay ninguna conversación seria sobre restricción fiscal o reducción del déficit en el Capitolio y no vemos que surja ninguna a menos que Biden gane la reelección y los republicanos vuelvan a su mantra fiscal conservador de la era de 2011”, escribió en una nota reciente a sus clientes.

Un escenario de ese tipo podría llevar a una situación de riesgo sobre el déficit y el techo de la deuda que caracterizó las negociaciones entre la Casa Blanca y el Congreso durante la administración Obama, añadió.

Las negociaciones sobre la extensión de los recortes de impuestos de Bush duraron varios años, vieron serias amenazas de que el Congreso no elevaría el techo de la deuda, un cierre gubernamental de duración récord y llevaron a la agencia de calificación crediticia S&P a rebajar la calificación de los títulos de deuda estadounidenses BX:TMUBMUSD10Y .

Sin duda, no es seguro que los demócratas designarán a Harris como su candidata en su convención el próximo mes, y la decisión dependerá de los más de 4.000 delegados que son responsables de nominar formalmente a un candidato el próximo mes.

“En el momento en que [Joe Biden] no sea candidato, no asumirá oficialmente ningún compromiso”, dijo a Politico Elaine Kamarck, experta en convenciones y miembro del panel de reglas del Comité Nacional Demócrata .

Sin embargo, los analistas consideran que Harris es la gran favorita para conseguir la nominación.

“Debido a limitaciones de tiempo y logísticas, será difícil para cualquier demócrata [además de Harris] organizar una campaña y recaudar dinero”, dijo Brian Gardner, estratega jefe de Washington en Stifel, en un correo electrónico.

Los inversores deberían esperar que una posible administración de Harris defienda las políticas económicas que Biden instituyó durante su mandato, incluidos los subsidios de la Ley de Reducción de la Inflación para automóviles eléctricos y proyectos de energía verde, el aumento de la financiación del IRS para perseguir a los evasores fiscales ricos, los impuestos especiales sobre las recompras de acciones y un impuesto corporativo mínimo del 15% para las grandes corporaciones.

“Una presidencia de Harris sería, a todos los efectos, una continuación de la administración Biden”, dijo a MarketWatch Isaac Boltansky, director de investigación de políticas de BTIG .

“La Sra. Harris podría heredar la infraestructura de la campaña de Biden, incluidos los fondos de campaña”, agregó. “Además, esperamos que el Caucus Negro del Congreso respalde a la vicepresidenta Harris… otros demócratas tendrán dificultades para igualar estas ventajas”.

Harris no tiene una larga trayectoria en política económica, ya que la mayor parte de su vida pública la ha pasado como fiscal, pero su breve tiempo como senadora y candidata presidencial en 2020 podría proporcionar una idea de sus puntos de vista.

Durante su período como fiscal general de California, ayudó a asegurar un acuerdo de 25 mil millones de dólares para propietarios de viviendas que habían sido objeto de ejecuciones hipotecarias injustas como consecuencia de la crisis financiera después de retirarse de las conversaciones nacionales que dejaron a los residentes de otros estados con menos dinero.

También defendió la legislación sobre la “declaración de derechos de los propietarios de viviendas” en California, dos medidas que consolidaron su condición de defensora del consumidor en el período previo a su campaña de 2020.

Harris también se centró en las dificultades de los inquilinos de viviendas de bajos ingresos y de clase media, y durante su campaña presidencial propuso un crédito fiscal para las familias que gastan más del 30% de sus ingresos en alquiler y servicios públicos, que vendría en forma de un cheque mensual.

Otro factor importante en la biografía de Harris son sus vínculos de larga data con las grandes empresas tecnológicas. Como política con sede en San Francisco, ha cultivado vínculos estrechos con grandes empresas tecnológicas como Meta META, +0,20% y la empresa matriz de Google, Alphabet, GOOG, +0,09% GOOGL, -0,02%, un hecho que fue visto como un lastre en las primarias demócratas de 2020, pero que podría ser una buena noticia para los inversores tecnológicos si gana la presidencia.

Harris también tuvo dificultades para encontrar un mensaje coherente sobre la política sanitaria de IYH durante esa campaña. Como senadora primeriza, abrazó la plataforma “Medicare para todos” del senador Bernie Sanders, pero se alejó de esa posición cuando buscaba la nominación, argumentando en cambio que se permitiera a los estadounidenses mantener su seguro médico privado, pero también inscribirse en una alternativa de seguro público si así lo deseaban.

Por Chris Matthews