Yen japonés: la espiral ascendente ha terminado
Julius Baer
Después del repunte del yen, una espiral de fortaleza que se refuerza a sí misma debido a la reducción del carry trade y a la cobertura de posiciones cortas ha disminuido y los fundamentos se mantienen prácticamente sin cambios.
El yen sigue mostrando una enorme desventaja en cuanto a las tasas de interés, lo que debería ser suficiente para tranquilizar a los inversores de que el yen sigue siendo una moneda atractiva para financiar el carry-trade, lo que se suma a los obstáculos. Revisamos nuestra previsión para el USD/JPY sólo marginalmente y seguimos viendo una renovada debilidad del yen.
Durante los últimos dos años y medio, la divergencia en la política monetaria había debilitado constantemente el yen japonés. A mediados de julio, el yen comenzó a fortalecerse ante las expectativas del Banco de Japón (BoJ) de reducir su política monetaria aún muy laxa, así como por los inminentes recortes de tipos de interés en Estados Unidos. El 31 de julio, el BoJ sorprendió con una subida del tipo de interés de 15 puntos básicos ligeramente mayor de lo esperado, hasta el 0,25%, lo que fue suficiente para crear una presión alcista adicional.
Por último, la aversión al riesgo derivada de las preocupaciones sobre el crecimiento de Estados Unidos, provocada por un débil informe de empleo estadounidense que generó preocupaciones sobre el crecimiento, desencadenó una fuerte corrección del mercado.
Es posible que el yen no se haya beneficiado directamente de sus características de refugio seguro, sino más bien a través de la presión alcista proveniente de la liquidación de operaciones de carry trade y posiciones cortas, ya que los inversores en tales operaciones, que apostaban por un yen más débil, fueron sorprendidos con el pie izquierdo. Esto ha creado una espiral que se refuerza a sí misma, con el yen apreciándose más del 10% desde mediados de julio.
Sin embargo, cuestionamos la sostenibilidad de la fortaleza actual del yen. La liquidación de carry trades y posiciones cortas parece haber seguido su curso y es poco probable que los inversores opten por posiciones largas en el JPY. En nuestra opinión, esto está justificado. La política monetaria del Banco de Japón sigue siendo laxa y un mayor ajuste debería ser gradual.
La inflación en Japón está bien controlada y el crecimiento está estancado, lo que cuestiona la necesidad de un ajuste agresivo. Aunque se espera que la Reserva Federal de Estados Unidos reduzca las tasas gradualmente, es poco probable que la desventaja de las tasas de interés frente al dólar se reduzca más de lo esperado anteriormente.
Dado que es probable que la diferencia entre las tasas oficiales se mantenga por encima de los 400 puntos básicos frente al dólar a finales de año, los inversores pueden recuperar la confianza en que el yen sigue siendo una moneda atractiva para la financiación del carry-trade.
Por lo tanto, esperamos que los vientos en contra dominen al JPY, lo que provocará una nueva debilidad. Como reflejo de los acontecimientos recientes, hemos elevado sólo ligeramente nuestras previsiones para el yen a 157 USD/JPY durante +3 meses y 160 durante +12 meses.