El yen japonés: un cambio de grado, no de dirección
A principios de año, un yen más fuerte parecía ser el consenso entre los analistas, pero la moneda japonesa ha tenido el peor desempeño en el G10 este año, cayendo casi un 5% frente al dólar. El economista de mercado de Capital Economics, Jonathan Petersen, sigue siendo optimista sobre la moneda, incluso cuando las narrativas sobre el Banco de Japón y la Reserva Federal continúan suavizándose.
La Reserva Federal ha rechazado las expectativas de flexibilización y los mercados han reaccionado: ahora se considera que un recorte de tasas en marzo tiene una probabilidad de una entre cinco, frente a una probabilidad de dos entre tres hace un mes.
Mientras tanto, una caída en las medidas de inflación en Japón (el IPC de Tokio cayó por debajo del 2% en enero) ha arrojado dudas sobre la magnitud del ajuste por parte del BOJ.
Los mercados están descontando sólo 25 puntos básicos de aumentos este año, con alrededor de un 25% de posibilidades de que aumenten las tasas en 10 puntos básicos el próximo mes.
"Seguimos pensando que la Reserva Federal realizará recortes direccionales y el Banco de Japón aumentará sus tasas", dijo Petersen, "pero no es tan dramático como lo que los datos y las autoridades sugirieron hace tres meses".
"Nuestro escenario base sigue siendo un yen más fuerte", dijo, "en realidad no es un cambio de dirección, es un cambio de grado".