¿Cómo pudo la antártida presentar una temperatura máxima de casi 21 grados en febrero?
El calentamiento global está afectando de lleno a la Antártida, hasta el punto que acaba de vivir hace pocas semanas una «poco habitual» ola de calor veraniego con una temperatura máxima en una jornada… ¡de 20,75ºC!
Tal y como leemos en The Conversation, aunque pueda parecer un punto poco importante y alejado dentro del planeta, separado de otros continentes por el Océano Antártico, tiene un gran impacto en el mundo. Por ejemplo, impulsa la cinta transportadora oceánica, un sistema constante de circulación en el océano profundo, capaz de transferir el calor oceánico alrededor del planeta; y por otro lado, su capa de hielo derretida aumenta el nivel del mar. Así que tiene muchas implicaciones en nuestra naturaleza que no podemos obviar.
¿QUÉ SUPUSO ESTA OLA DE CALOR TAN INUSUAL?
Este pasado verano austral, la base australiana de investigación «Casey», situada en la Tierra de Wilkes y con apenas 70 habitantes estos meses, fue la que registró las primeras e inusuales temperaturas. Durante 3 jornadas, las mínimas subieron de cero grados hasta superar los 7,5ºC, llegando hasta los 9,2ºC el pasado 24 de enero. Esto suponía ya un récord, porque superaba en 7ºC la media de los últimos 30 años para esta base.