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¡Pasó lo que tenía que pasar...llegó la corrección!

Las bolsas europeas abren con caídas cercanas al punto porcentual

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 05 feb, 2018 09:02
broker1348

Finalmente, y tras un enero excepcional para las bolsas occidentales, pasó lo que tenía que pasar: llegó la “tan esperada” corrección a los mercados. En nuestra opinión, estamos asistiendo a una toma de beneficios algo pronunciada, producto del elevado nivel de sobrecompra alcanzado por muchos valores y por las importantes plusvalías latentes que mantienen muchos inversores en sus carteras, plusvalías que han venido acumulando desde hace muchos meses

Es por ello que no consideramos que estamos ante un cambio de tendencia de las bolsas, por lo que descartamos, de momento, el inicio de un mercado bajista, algo que entendemos no se producirá hasta que no se vislumbre una nueva recesión económica, escenario que descartamos por ahora.

Es una corrección de un mercado alcista, no el inicio de uno bajista.

El detonante de este movimiento, detonante que podemos calificar como de principal “excusa” que ha llevado a los inversores a deshacer posiciones en renta variable en los últimos días, también es algo que se veía venir. Como decíamos en nuestro comentario del viernes, la inflación comienza a “asomar la patita” en las economías desarrolladas, tras años en los que se había mantenido a niveles históricamente bajos amenazando incluso en tornarse en deflación. Así, mientras que estos indicios del repunte de los precios son menos evidentes en la Zona Euro, donde la tasa de crecimiento interanual tanto el IPC como de su subyacente siguen lejos del objetivo establecido por el BCE de cerca del 2% -se comienzan, no obstante, a ver algunas tensiones en la cadena de producción, consecuencia de la elevada proporción de la capacidad productiva que se está utilizando en países como Alemania y del incremento del precio de las materias primas minerales y del crudo en los últimos 12 meses-, en EEUU los indicios son algo más evidentes, y, como se pudo comprobar el viernes, están empezando a aparecer a nivel salarial, producto de la fortaleza del mercado laboral, que está propiciando que las empresas comiencen a tener problemas a la hora de encontrar personal cualificado –ver análisis sobre las cifras de empleo estadounidenses del mes de enero en la sección de Economía y Mercados-. En esta economía la debilidad del dólar también es un importante factor inflacionista, al ser un país netamente importador de bienes y servicios.

Este “temor” porque la inflación reaparezca antes de lo esperado ha provocado que desde hace unas semanas los mercados de bonos se hayan tensionado, provocando el repunte de las rentabilidades de estos activos y, por tanto, encareciendo la financiación de países y empresas. La lectura que han hecho los inversores de este nuevo escenario es sencilla: la mayor inflación forzará a los bancos centrales a anticipar la retirada de estímulos monetarios, lo que penalizará la liquidez y aumentará los costes de financiación, algo que tiene un impacto directo en las cuentas de resultados de muchas compañías, sobre todo en las financieramente más apalancadas, e indirecto en sus valoraciones, al aumentar la tasa de interés sin riesgo utilizada por los analistas para descontar los futuros flujos de caja de las compañías. Además, si los tipos de interés de los bonos a largo plazo siguen subiendo se convertirán en una “alternativa” más segura y atractiva que la renta variable para muchos inversores conservadores, que se han visto forzados en los últimos años a asumir más riesgo comprando bolsa para poder rentabilizar sus ahorros. Los inversores, temen igualmente, que los bancos centrales, en un escenario de incremento acelerado de la inflación, se vean forzados a subir tipos a un ritmo mayor del esperado, llegando hasta el punto de provocar por sí mismos una recesión. Este escenario, que no es 100% descartable, lo vemos de momento poco probable ya que entendemos que los bancos centrales deben haber aprendido de pasadas experiencias y preferirán convivir con una inflación algo por encima de sus objetivos que paralizar la economía con rápidas subidas de sus tasas de interés de referencia.

A corto plazo es complicado saber si la corrección puede continuar –técnicamente el aspecto se ha complicado mucho-, llegando incluso a alcanzar caídas superiores al 10% -momento en el que técnicamente se considera que el precio de un activo ha entrado en fase correctiva-. De momento, y como mostramos en el cuadro adjunto, los principales índices bursátiles europeos y estadounidenses han cedido gran parte o todas las ganancias acumuladas desde comienzos de ejercicio. Tampoco sabemos si finalmente la ahora “tan temida” inflación se va a disparar al alza en los próximos meses o, por el contrario, va a repuntar paulatinamente, escenario por el que apostamos. Lo que sí es evidente es que esta variable ha reaparecido cuando el crecimiento económico mundial se ha fortalecido, con casi todas las economías, desarrolladas y en vías de desarrollo expandiéndose al unísono, de forma sincronizada, algo que a medio plazo no puede sino ser positivo para los resultados de las cotizadas y para sus valoraciones. Es por ello que, si los bancos centrales comienzan a retirar estímulos, lo harán por una buena razón: porque han alcanzado su principal objetivo, que era sacar a las economías mundiales de la atonía en la que habían entrado tras la Gran Recesión.

En nuestra opinión esta corrección puede ser una buena oportunidad de compra, siempre que se tenga paciencia y se espere que los mercados toquen fondo y se estabilicen. Habrá, por ello, que estar muy atentos al comportamiento de los bonos, activos que en los próximos días se convertirán en la referencia a seguir. En esta coyuntura, seguimos apostando por los valores que más favorecidos saldrán en el actual escenario económico: los bancos y aseguradoras, las compañías relacionadas con las materias primas minerales y el petróleo, y algunas compañías industriales cuya actividad está muy ligada al ciclo económico. Aprovecharíamos los fuertes recortes que pueden experimentar en un proceso correctivo este tipo de valores para acumular posiciones en los mismos.

Esta corrección puede ser una buena oportunidad de compra.

Por lo demás, y ya centrados en la semana que HOY comienza en los mercados, señalar que será intensa en lo que a la presentación de resultados empresariales hace referencia, tanto en Wall Street, donde la temporada de publicación de resultados trimestrales está alcanzando su fase final, como en Europa, donde “irá a más” a partir de ahora. En el ámbito macro, señalar que las cifras más relevantes de la semana se darán a conocer HOY, cuando se publiquen en Europa y en EEUU las lecturas finales de enero de los índices adelantados de actividad de los sectores de servicios, índices que esperamos cumplan con lo previsto -ver estimaciones en cuadro adjunto- y muestren que estas economías han seguido creciendo a un ritmo elevado a comienzos de ejercicio. Habrá que estar muy atentos al componente de precios de estos índices, ya que la inflación será en los próximos meses la variable que “moverá” los mercados, como ya hemos comentado.

Por último, y en el ámbito político, señalar que habrá que estar muy pendientes de las negociaciones en Alemania para la formación de gobierno entre los conservadores de la canciller Merkel y los socialdemócratas del SPD. En principio se habían puesto como límite de las mismas AYER domingo, pero aún quedan flecos que cerrar. Reiteramos que es fundamental para la estabilidad de la Eurozona que Alemania tenga gobierno. De ahí la relevancia para los mercados de la región, bolsas, bonos y divisas, de que estas negociaciones lleguen a ”buen puerto”.

Para empezar, esperamos que las bolsas europeas abran claramente a la baja, siendo factible que se estabilicen y recuperen algo de terreno si los futuros de los principales índices estadounidenses giran al alza. De no ser así, y preverse una apertura de Wall Street a la baja, los principales índices europeos ahondarán en sus caídas.

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