"Ningún otro gran mercado bursátil se acerca al nivel actual de valoración de Estados Unidos"
Chris Iggo, CIO Core en AXA Investment Managers y presidente del AXA IM Investment Institute
Renta variable estadounidense: Precio frente a valor
La valoración del mercado de renta variable estadounidense es una preocupación recurrente para los inversores. Según algunas estimaciones, el S&P 500 cotiza a 22 veces el beneficio previsto a 12 meses.
En la misma medida, el Nasdaq 100 cotiza a 26 veces. Se trata de valoraciones elevadas. El rendimiento de los beneficios de la renta variable es el inverso del ratio precio/beneficios (un rendimiento inferior representa un índice potencialmente sobrevalorado) y, para el S&P 500, actualmente es del 4,54%, justo por encima del rendimiento del bono del Tesoro estadounidense a 10 años (4,23%). Incluso el múltiplo equiponderado del S&P 500 cotiza a 19,8 veces los beneficios previstos. Cuando calculamos los ratios precio/beneficios sobre una base ajustada a la inflación y cíclicamente, el S&P 500 se sitúa en el percentil 90 de su trayectoria 1995-2024. Una medida más amplia sitúa a Estados Unidos en su puesto de valoración del percentil 93 desde 1983. Ningún otro gran mercado bursátil se acerca al nivel actual de valoración de Estados Unidos.
No obstante, la valoración no es garantía de rentabilidades futuras. Los inversores mantienen una visión positiva sobre la renta variable estadounidense, ya que se espera que el crecimiento de los beneficios sea del 14% durante el próximo año y la agenda política del presidente electo Donald Trump parece favorable. Sin embargo, un ajuste de valoración es un riesgo si los fundamentales o la confianza se deterioran rápidamente. Otros activos son más baratos que las acciones estadounidenses, incluida la renta variable europea y asiática y, lo que es más importante, los bonos del Tesoro estadounidense. Al igual que otros títulos de deuda pública, los bonos del Tesoro se han abaratado en términos de valor relativo frente a los swaps y los bonos corporativos . Una rápida rotación de las acciones a los bonos podría ser una de las grandes sorpresas de 2025.