Los inversores salen, a trompadas, de sus ensoñaciones

Fuertes descensos de las bolsas europeas por el miedo a los rebrotes del coronavirus

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Capitalbolsa | 14 may, 2020 17:40 - Actualizado: 17:42
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“La crisis del coronavirus está lejos de finalizar, y mientras que eso no pase, o al menos mientras no se vea un horizonte temporal bien definido, se sufrirá social, económica y financieramente. Hay que aceptarlo, y manejarse en los mercados con estas premisas”, nos comentaba a media tarde un gestor de renta variable de un importante banco nacional.

Bien, pues en esas estamos. Nuevas caídas al cierre de las bolsas europeas cercanas a los dos puntos porcentuales, con un incremento notable del desánimo inversor, que habían anticipado un final feliz, y breve, de los efectos de la actual pandemia. Como venimos advirtiendo desde hace semanas, eso no es lo que va a suceder, y cuánto antes lo aceptemos, como señalaba el gestor mencionado, mucho mejor para nosotros.

¿Pero cuál ha sido el detonante de las caídas de las bolsas en las últimas sesiones? La constatación de que será mucho más complicado de lo previsto vencer al virus. Las medidas de desconfinamiento en todo el mundo están provocando nuevos rebrotes de la pandemia, como por otro lado era previsible. Si a esto le unimos las declaraciones de las autoridades monetarias advirtiendo de los daños económicos de la pandemia, pues se crea la tormenta perfecta.

Ayer, el presidente de la Fed de EE.UU., afirmó que el Covid19 puede plantear daños económicos duraderos, apuntando a la elevada incertidumbre actual y los persistentes riesgos a la baja sobre la actividad económica. En este entorno, la Fed está dispuesta a seguir apoyando a la economía, que también precisará de más apoyo fiscal para impulsar una adecuada recuperación. La recuperación económica podría así llevar su tiempo, con el riesgo de transformar problemas de liquidez en problemas de solvencia.

Especialmente interesante esta última afirmación: Riesgo de que los problemas de liquidez se conviertan en problemas de solvencia.

Reflexionemos sobre esto. El escenario principal que se manejaba a principios de la pandemia era una fuerte y rápida contracción económica, seguida por una no menos fuerte expansión. Las primeras previsiones apuntaban a una recesión de dos trimestres que afectaría en un –0,5% el crecimiento mundial en el peor de los escenarios.

Más suben Ibex 35
MásMóvil 17,34€ 0,28 1,64%
Naturgy 16,93€ 0,26 1,56%
Acerinox 6,17€ 0,08 1,25%
Grifols-A 29,75€ 0,25 0,85%
Banco Sabadell 0,29€ 0,00 0,63%
Más bajan Ibex 35
Amadeus-A 35,00€ -2,40 -6,42%
IAG 1,84€ -0,12 -6,13%
Ence Energía 2,66€ -0,15 -5,30%
Inmob. Colonial 7,35€ -0,40 -5,16%
Inditex 22,43€ -1,11 -4,72%

Para evitar que los problemas de liquidez hundieran a las empresas, que tuvieron que paralizar su actividad por la crisis sanitaria, los bancos centrales de todo el mundo desplegaron todo su arsenal en la mayor inyección monetaria de la historia. Se esperaba, por tanto, que esa liquidez pudiera soportar los negocios en esos dos “trimestres malditos”, para luego recuperarse con la misma velocidad. Un alto en el camino, muy brusco, pero simplemente un alto en el camino.

La realidad, tozuda como siempre, ha ido desmintiendo una a una esas previsiones. La OCDE estima ahora que, por cada mes de contención por la pandemia, habrá una pérdida de dos puntos porcentuales en el crecimiento anual del PIB. Esto implica que, si se tarda más tiempo en contener el virus, o se producen rebrotes, la recesión mundial se agravará sensiblemente.

Ante este nuevo escenario, la enorme cantidad de liquidez inyectada en el sistema no es una medida eficaz. Los negocios pueden mantenerse uno, dos o tres meses sin actividad, pero no medio año. Hay sectores, sobre todo los relacionados con el turismo, en los que se van a producir quiebras corporativas en masa. Las tasas de desempleo se están situando a niveles no vistos desde la Segunda Guerra Mundial, el consumo particular se ha desplomado, las inversiones empresariales paralizadas por completo. En suma, nos enfrentamos a una nueva Gran Depresión.

Es por esto por lo que nos asombraba que los mercados de valores, tras la primera reacción fuertemente bajista, parecieran ensimismados con el rebote que se ha producido desde mediados de marzo, obviando las noticias macro altamente negativas. No era realista esa ensoñación, y poco a poco están volviendo a la realidad.

¿Qué esperar entonces en los mercados de valores? En el mejor de los casos un movimiento en rango durante mucho tiempo para formar suelo. Los mínimos del pasado marzo se van a volver a probar. ¿Aguantarán? Nosotros creemos que no, pero es simplemente una creencia. Habrá que esperar a ver cómo se comportan en esos mínimos, y si consiguen formar un doble suelo que dé más consistencia al rebote posterior.

En resumen, y como les venimos señalando desde hace semanas, tengan paciencia y liquidez, porque la van a necesitar.

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