"La situación en EE. UU. es sólida y en la eurozona sigue siendo el momento de endurecer la política monetaria"
Ostrum AM (Natixis IM)
Se espera que la economía estadounidense se ralentice hasta el segundo trimestre de 2024, pero la recesión no forma parte de nuestro escenario central. Además, el déficit federal se reducirá el próximo año con una mayor fiscalidad de los hogares y el aumento de los impuestos debería lastrar temporalmente el consumo.
Los riesgos de crisis financiera parecen contenidos, los balances de los hogares siguen saneados, pero habrá que tener cuidado con el sector no bancario mal regulado. Asimismo, continúa la desinflación: la inflación subyacente debería disminuir hacia el 2,6% a finales de 2024.
En el caso de la eurozona, el crecimiento es lento. Sigue siendo el momento de endurecer la política monetaria a pesar de la atonía del crecimiento, ya que la caída de la productividad hace temer una estanflación. La demanda interna se ve afectada por el impacto cada vez más significativo del fuerte endurecimiento monetario del BCE. Las encuestas realizadas entre los empresarios no muestran ninguna mejora y no permiten descartar una ligera contracción del PIB en el cuarto trimestre. La inversión empresarial debería, no obstante, seguir beneficiándose de los fondos NextGeneration y de la necesidad de invertir en energías renovables.La inflación se ralentizará pero seguirá siendo elevada.
Respecto a China, fuimos más optimistas que el consenso sobre el crecimiento chino y acertamos. El nuevo objetivo de crecimiento para 2024 fijado por las autoridades determinará el alcance del apoyo fiscal y monetario a la economía. Este es un punto sobre el que debemos estar atentos, especialmente debido a las elecciones presidenciales que se celebrarán en Taiwán el próximo año. Para 2024, esperamos un crecimiento en torno al 5%, superior a la previsión de consenso. En efecto, la actividad china muestra signos de estabilización a finales de año. La recuperación sigue impulsada por el consumo de servicios. La inversión en manufacturas e infraestructuras se está reforzando, sustituyendo a la inversión inmobiliaria. El sector inmobiliario sigue siendo un lastre para la recuperación, pero el reciente giro de las autoridades chinas, que ahora favorecen el apoyo financiero a los promotores inmobiliarios, debería limitar su impacto negativo en el crecimiento.