"Hay riesgos claros de que el ruido político pueda estropear el telón de fondo positivo de las bolsas"
Gilles Moëc, economista jefe de AXA IM
Chris Iggo, director de inversiones de AXA IM Core y presidente del AXA IM Investment Institute
“Si no fuera por un entorno político complejo, la situación macroeconómica global parecería más que decente. Aun así, a medida que los inversores empiezan a contemplar la segunda mitad del año, las elecciones estadounidenses, por supuesto, se ciernen sobre nosotros.
Una preocupación clave es que algunas características clave de Donald Trump, quien por ahora está a la cabeza, tanto en las encuestas nacionales como en los Estados indecisos, sugirieren que la agenda de un segundo mandato podría dificultar que la Fed continúe flexibilizando en 2025. De hecho, la combinación de una política de inmigración restrictiva, una política fiscal más laxa y aranceles comerciales más altos sería claramente inflacionaria. Esto puede poner un tope a la caída a largo plazo de los tipos de interés, incluso si la Fed recorta.
Riesgo político en la zona euro
La zona del euro también –y de forma bastante inesperada– se está enfrentando a su propio riesgo político con la decisión del presidente francés de convocar elecciones parlamentarias anticipadas. Esto ha elevado los diferenciales de los bonos no solo en Francia, sino también en toda la periferia de la zona del euro, mientras que la incertidumbre parece tener un efecto visible en la confianza empresarial. Hay pocas amenazas existenciales para la unión monetaria, ya que la extrema derecha -la que más cerca está de conseguir una mayoría según las encuestas- ya no pide el "Frexit", pero las preocupaciones podrían persistir, ya que podría no surgir una aclaración rápida de la postura política de Francia, ya sea porque no surge ninguna mayoría -un resultado muy plausible- o porque no está claro qué parte de su agenda derrochadora para 2022 intentaría implementar un gobierno liderado por RN.
Perspectivas positivas en renta fija
Pero, a pesar de algunos riesgos claros para la confianza de los inversores y la posibilidad de que los acontecimientos políticos estropeen el telón de fondo, el entorno actual sigue siendo favorable para que las rentabilidades positivas continúen en todas las clases de activos. En renta fija, tras el ajuste de las expectativas de tipos en el primer trimestre ha llegado al punto de que las rentabilidades totales de la mayoría de los sectores de crédito son positivas en el primer semestre de 2024. Ahora hay preocupaciones sobre las valoraciones. Los diferenciales de crédito están cerca de su nivel más estrecho en el ciclo actual y su vulnerabilidad se puso de manifiesto por la reacción de los diferenciales europeos al anuncio de elecciones anticipadas en Francia. Los diferenciales de los emisores franceses respondieron a la ampliación del diferencial de la deuda pública franco-alemana y los nombres financieros se vieron especialmente afectados. Sin embargo, el contagio más amplio ha sido limitado, y con el BCE ahora en modo de flexibilización, es probable que cualquier ampliación de los diferenciales de crédito europeos se vea como una oportunidad para aumentar las carteras. En resumen, las perspectivas de ingresos en la renta fija, junto al hecho de que muchos bonos aún cotizan a precios por debajo del par se convierten en dos catalizadores clave de una visión positiva del crédito.
Divergencias en la renta variable
El contexto también sigue siendo positivo para los inversores en renta variable. Las previsiones y revisiones de crecimiento de los beneficios por consenso han ido en aumento. Sin embargo, existen grandes diferencias entre sectores, tanto en términos de perspectivas como de rendimiento. En el mercado estadounidense, el sector tecnológico ha contribuido significativamente al crecimiento de los beneficios y a la rentabilidad total. Las previsiones actuales muestran la divergencia del crecimiento esperado de los beneficios en EE.UU., que va desde el 20% de crecimiento esperado de los beneficios a 12 meses para el sector de las tecnologías de la información hasta el 2,2% para las acciones energéticas. Las expectativas son más bajas en Europa, pero Europa tiene la ventaja de unas valoraciones más atractivas, una base más amplia para el repunte de la renta variable y un banco central menos paralizado en términos de recortes de tipos a corto plazo”.