Esto es lo que podemos esperar de la Bolsa China
James Cook, Director de Inversiones, Mercados Emergentes, Jefe de Especialistas de Inversión, Federated Hermes Limited
“Los mercados chinos registraron un fuerte impulso tras el paquete de medidas de estímulo monetario anunciadas por el gobierno de Pekín a finales de septiembre. Aunque posteriormente perdieron un poco de impulso, las Bolsas recuperaron algo de terreno tras los nuevos anuncios.
El CSI 300 cerró con una subida del 3,6% el viernes 18 de octubre, por ejemplo, después de que el banco central pusiera en marcha oficialmente el mecanismo de canje de valores, fondos y compañías de seguros (SFISF), que permite a las instituciones financieras no bancarias acceder a financiación para comprar acciones. Más recientemente, el tipo de interés preferencial de los préstamos a un año en China se redujo del 3,35% al 3,1%, y el de los préstamos a cinco años, del 3,85% al 3,6%, el lunes 21 de octubre.
Aunque el repunte sigue representando una ruptura positiva con el prolongado periodo de pérdidas que ha empañado las acciones chinas en los últimos años, las turbulencias del mercado pueden ser indicativas de la magnitud del reto al que se enfrentan los funcionarios.
La raíz del problema
El mercado inmobiliario chino lleva varios años estancado, lastrado por enormes deudas y graves problemas de liquidez. La quiebra de Evergrande, el segundo mayor promotor inmobiliario del país, en 2021 repercutió en todo el sector. El sector inmobiliario había representado anteriormente en torno al 20% del crecimiento del PIB, pero ante la ralentización de las ventas y los crecientes problemas de crédito, los Gobiernos locales han tenido que hacer frente a una considerable pérdida de ingresos como consecuencia de ello.
China también ha tenido que lidiar con la caída de la inflación. Este problema de desinflación -que se hizo patente por primera vez al final del auge del crédito en la década de 2010- se ha visto agravado por el difícil mercado inmobiliario y las secuelas de la pandemia del Covid-19. En respuesta, muchos hogares han aumentado sus niveles de ahorro como medida de precaución, lo que no ha hecho sino alimentar aún más la deflación. Además, la reducción de los ingresos procedentes de la venta de tierras y los elevados niveles de deuda pública han ejercido una presión adicional a la baja sobre los precios.
Falsos amaneceres
En un intento por apuntalar la economía, Pekín ha hecho una serie de anuncios políticos en los dos últimos años, pero estas medidas progresivas han tenido escaso impacto. En mayo, por ejemplo, China anunció un plan de préstamos de 70.000 millones de dólares para permitir a las empresas de los gobiernos locales comprar propiedades no vendidas y arrendarlas como viviendas sociales. Sin embargo, en agosto, los bancos sólo habían prestado alrededor del 5% de esa cifra.
Para los inversores recelosos de los «falsos amaneceres», el paquete de estímulo de septiembre parecía diferente. Sugería un compromiso renovado para abordar los problemas de financiación inmobiliaria y de las administraciones locales que han actuado como lastre para la economía nacional, así como la prolongada caída del sector inmobiliario y la débil confianza de los consumidores y las empresas, que han contribuido a la espiral deflacionista.
¿Puede Pekín hacer lo suficiente?
En la última reunión del Politburó, el Presidente Xi Jinping se comprometió a adoptar medidas de gran alcance para proteger la economía, el sector inmobiliario y los mercados de renta variable de un mayor deterioro.
Pero el Gobierno chino sigue manteniendo un delicado equilibrio, atrapado entre el deseo de impulsar una recuperación sostenible y evitar otra burbuja alimentada por la deuda. (Las autoridades quieren evitar que se repita el plan de estímulo de 2015, cuando el mercado interno duplicó su valor antes de desplomarse en poco tiempo).
El objetivo esta vez parece ser estabilizar el crecimiento y evitar la deflación, mientras que el objetivo del mercado es restablecer la confianza y lograr un aumento constante del mercado de valores, en lugar de provocar una subida eufórica. Sin embargo, es probable que Pekín adopte un enfoque prudente a la hora de introducir los componentes de un paquete de estímulo de gran impacto.”