En la bolsa hay una premisa que debes cumplir sí o sí: NUNCA vayas contra los Bancos Centrales.

Cierre bajista de las bolsas europeas en una de las semanas más importantes del año.

CapitalBolsa
Capitalbolsa | 16 dic, 2022 17:40
brokerllorando

Lo que ha pasado esta última semana en los mercados se puede resumir perfectamente con las siguientes palabras de Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter:

“Los bancos centrales saben q las subidas de tipos necesarias para hacer regresar la inflación hacia +2% en el corto plazo llevarían a una recesión seria y no están dispuestos a asumir ese coste, así q emplean la dialéctica, asustan todo lo q pueden con sus mensajes, lo que da resultado solo en el muy corto plazo, en la sesión del día y alguna posterior, pero nada más.

Con ello quieren influir todo lo que no podrán influir con acciones más rotundas y tratan de frenar a un mercado que, si se recuperase con agilidad, les pondría en evidencia y diluiría los efectos las políticas monetarias más duras”.

Es decir, una acción de “amagar, pero no dar”.

Más suben Ibex 35
Caixabank 3,52€ 0,17 4,93%
Banco Sabadell 0,87€ 0,03 3,81%
Bankinter 6,06€ 0,17 2,89%
BBVA 5,36€ 0,02 0,39%
Indra-A 10,24€ 0,01 0,10%
Más bajan Ibex 35
Cellnex 31,28€ -1,79 -5,41%
Inmob. Colonial 5,84€ -0,32 -5,19%
Melia Hotels 4,70€ -0,24 -4,78%
Fluidra 13,88€ -0,62 -4,28%
Merlin Prop. 8,83€ -0,33 -3,60%

Los Bancos Centrales necesitan que la economía se enfríe, pero no demasiado. Que las bolsas caigan, pero no mucho. Que el optimismo inversor y consumidor decaiga, pero no en exceso. Caminan por un fino alambre para conseguir que la economía se desacelere lo suficiente como para que la inflación caiga, pero no tanto como para provocar una recesión profunda. Una suave recesión se la pueden permitir. Una profunda no.

Y claro está, luchar contra los Bancos Centrales es imposible. Si durante la etapa de ultra expansión monetaria, y un mercado alcista en las bolsas desatado, decíamos que la sobrevaloración de los mercados era evidente pero que los inversores harían mal en ponerse enfrente de los Bancos Centrales, porque iban a perder, ahora tenemos que decir justo lo mismo, pero en sentido contrario.

Aunque las bolsas alcancen niveles de infravaloración evidente, que ahora no lo están, no sería recomendable invertir en los mercados mientras a los Bancos Centrales no les “incomode” que suban. Y ahora sienten eso.

¿Entonces qué? Pues como llevamos repitiendo desde hace meses: Paciencia.

Las bolsas van a caer. No sabemos si harán nuevos mínimos o no, pero tenemos una alta convicción en que la primera parte del próximo año no va a ser buena para los activos de riesgo. La próxima onda bajista debería estar motivada, no por la alta inflación y la subida de tipos como la primera onda, sino por un escenario macro de recesión económica, y uno micro de caída en los beneficios empresariales. En ese entorno, históricamente las bolsas han caído.

Puede que esta vez sea diferente. Puede que las bolsas finalicen la tendencia bajista antes de que empiece la recesión económica, algo que no ha pasado antes en la historia de los mercados. Puede que la distribución que se está produciendo de “dinero inteligente” a “dinero tonto” no traiga consigo nuevos descensos, algo que tampoco ha pasado nunca antes. Pero si nosotros tuviéramos que apostar a un evento, intentaríamos siempre hacerlo a aquella opción con las probabilidades más altas, y en este caso, esa opción es caída en los mercados de valores principales.

En ese escenario es en el que ha terminado hoy la sesión en las bolsas europeas, finalizando una semana con multitud de referencias importantes, que condicionarán la evolución de las bolsas en las próximas semanas/meses.

Muchos analistas hablan de qué este año los inversores no deben esperar un “Rally de Navidad”, porque ya se ha producido en los últimos dos meses. Puede que no haya ese rally, pero tampoco creemos que en estas jornadas para que finalice el año las bolsas se vayan a desplomar, como vaticinan otros. Creemos que habrá cierto consenso entre los gestores para “dejar las cosas cómo están”, y esperar a principios de año para tomar decisiones operativas más importantes. Veremos.

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