El pánico del mercado ha sido exagerado...¿qué podemos hacer ahora?
Según Enguerrand Artaz, gestor de fondos de LFDE
La brusca bajada de los mercados de ayer se debe a cuatro catalizadores que se produjeron casi simultáneamente:
- la preocupación creciente por el crecimiento estadounidense –destacando el último informe sobre el empleo.
- la brusca subida de tipos por sorpresa del Banco de Japón.
- las dudas sobre los gigantes tecnológicos estadounidenses y
- la intensificación de las tensiones geopolíticas en Oriente Próximo – la perspectiva de un posible conflicto militar a gran escala en Oriente Medio aumenta la prima de riesgo en un entorno ya de por sí especialmente febril–.
¿Puede seguir deteriorándose la situación?
Las razones de esta brusca caída de la renta variable son, pues, fundamentadas, y se refieren a dos grandes cuestiones para la trayectoria futura de los mercados: la dinámica de la economía estadounidense –y el riesgo creciente de recesión– y las perspectivas de los gigantes tecnológicos, que han animado los mercados durante el último año y medio.
No obstante, la reacción de pánico de los últimos días puede ser exagerada, y hay varios factores que la relativizan:
- Esta corrección se produjo en un contexto de mercados muy alcistas y grandes acumulaciones de posiciones especulativas (incluidas las posiciones cortas sobre el yen). La repentina liquidación de estas posiciones, combinada con la liquidez tradicionalmente más limitada de los meses de verano, probablemente amplificó los movimientos del mercado.
- Es innegable que la economía estadounidense sigue una tendencia a la baja que podría llegar a ser preocupante. No obstante, el pésimo informe de empleo de la semana pasada, que sirvió de catalizador para la aceleración de la caída del mercado, está posiblemente sesgado por efectos puntuales. En particular, el número de trabajadores despedidos por motivos meteorológicos alcanzó un nivel excepcional en julio (461.000 frente a los 41.000 de media de ese mes del año). No cabe duda de que el mercado laboral estadounidense ha entrado en una fase de deterioro, pero la situación en un momento dado puede no ser tan mala como sugieren las últimas cifras.
- Según el medio especializado The Information, citando fuentes anónimas de Nvidia y Microsoft, el nuevo procesador de Nvidia, denominado Blackwell B200 y dedicado a tareas de inteligencia artificial, vería retrasado su lanzamiento, previsto para los próximos meses, hasta principios de 2025. Esta perspectiva ya está haciendo temer a los inversores nuevas malas noticias cuando la compañía publique sus resultados trimestrales el 28 de agosto. Por el momento, la información sobre Nvidia se queda en el terreno de los rumores –aunque estos no han sido rebatidos por la empresa– y no hay indicios de que el posible retraso sea suficiente para poner en peligro la trayectoria de crecimiento de Nvidia y causar un perjuicio importante a sus clientes.
¿Qué hacer en este contexto?
La capitulación del mercado de los últimos días parece especialmente exacerbada, aunque, como ya hemos explicado, algunos de los detonantes deben tomarse en serio. Por lo tanto, en este momento nos parece importante adoptar un enfoque prudente, sin reaccionar de forma exagerada a los movimientos a corto plazo.
Mantenemos niveles moderados de exposición a la renta variable, así como una importante exposición a la renta fija, lo que en parte contribuye a proteger las carteras frente a un contexto de fuerte relajación de los tipos de interés. También mantenemos una confianza razonable en los valores defensivos, que se benefician de la visibilidad de los beneficios, unos balances saneados y unas valoraciones razonables.