Comentario Apertura: "Las elecciones presidenciales añaden una capa adicional de incertidumbre"
Javier Molina, analista senior de mercados para eToro
La economía de Estados Unidos enfrenta un panorama complejo, marcado por una recesión industrial que amenaza con transformarse en estanflación, un mercado de bonos en constante ajuste y una creciente incertidumbre sobre el impacto que las próximas elecciones podrían tener en el rumbo económico del país. Y pese a todo, el crecimiento del PIB para el año en curso parece terminará muy cerca del 3%.
El mercado de bonos ha respondido con una corrección significativa tras el recorte de tipos de la Fed. La venta masiva en octubre refleja una situación macroeconómica más profunda: un alto gasto fiscal y un crecimiento nominal del PIB impulsado por una inflación persistente. Esto sugiere que la Fed podría mantener tipos elevadas por más tiempo, reduciendo las expectativas de recortes significativos en el corto plazo.
Las elecciones presidenciales añaden una capa adicional de incertidumbre. Si los republicanos logran una “sweep roja” (control total), los inversores anticipan políticas fiscales expansivas, posibles aumentos de aranceles y restricciones migratorias que podrían presionar aún más los rendimientos de los bonos y alterar las dinámicas económicas. Aunque un enfoque “pro-bitcoin” y una mayor apertura hacia la innovación financiera parecen probables en un gobierno republicano, también existe el riesgo de políticas inflacionarias derivadas de estímulos fiscales más agresivos.
Por otro lado, si el control permanece dividido o con una orientación demócrata, el enfoque hacia una regulación más estricta y posiblemente un manejo más cauteloso del gasto fiscal podría prevalecer, pero esto podría limitar la flexibilidad para estimular sectores clave como el manufacturero. Este escenario también podría mantener a la Fed bajo presión para sostener tipos altos si la inflación persiste, dificultando aún más el crecimiento económico.
A pesar de la volatilidad, los bonos del Tesoro siguen siendo esenciales para los inversores, quienes encuentran en ellos un refugio relativo frente a otros activos más arriesgados. La demanda se mantiene sólida debido a los rendimientos superiores comparados con la era de flexibilización cuantitativa.