Cisnes negros volando por encima de nuestras cabezas...¿debería el mercado preocuparse?
Nassim Taleb publicó “El cisne negro: el impacto de lo altamente improbable” en posiblemente el momento perfecto: en abril de 2007, unos seis meses antes de la peor crisis financiera desde la Gran Depresión.
El libro sostiene que los acontecimientos raros y de gran impacto hacen que sea increíblemente difícil pronosticar el futuro. El colapso de la economía mundial debido a apuestas apalancadas en un sector riesgoso del mercado inmobiliario estadounidense podría describirse como un clásico acontecimiento de cisne negro.
Dicho esto, Nicholas Colas, cofundador de DataTrek Research, analizó las cifras de la rentabilidad del mercado de valores desde la publicación de ese libro. El S&P 500 ha tenido una rentabilidad total compuesta del 10,2%, que, según él, es prácticamente la misma que su media histórica.
“Si el mundo moderno se está volviendo cada vez más complejo y como resultado de ello hay más cisnes negros volando por ahí, eso no se hace evidente en los datos de retorno históricos”, dijo Colas.
Ese es un período que incluye lo que Colas llama un clásico evento de cisne negro: la pandemia de 2020.
Colas señala que los cisnes negros no siempre son negativos. Citó datos que muestran que solo entre el 1% y el 2% de las acciones crearon todo el valor en los mercados de valores entre 1990 y 2020.
Ofrece algunas lecciones para los inversores. Una de ellas es que los eventos negativos de cisne negro ocurren con la suficiente frecuencia como para que formen parte del proceso de inversión. Esto lleva a asignaciones de renta fija para protegerse contra las caídas. “La ponderación depende de la tolerancia al riesgo del inversor, pero solo los títulos libres de riesgo tienden a apreciarse cuando los cisnes negros comienzan a gruñir”, afirma.
Otra es que sólo hay dos maneras de capturar eventos positivos de cisne negro. La primera es identificarlos pronto y apegarse a ellos, pero la otra es tener fondos indexados ampliamente diversificados, ya que esas empresas de cisne negro crecerán en esas carteras.
Afirma que las acciones que generan resultados positivos se concentran en el sector tecnológico. “Este grupo, respaldado por la innovación más que cualquier otro sector, tiene la mejor oportunidad de crear y mantener ganadores de gran tamaño. Hemos visto esto muchas veces a lo largo de los años, con Internet 1.0, luego la informática móvil global y ahora la Inteligencia Artificial Generativa, que proporciona el impulso para el crecimiento inesperado que hace subir los precios de las acciones”, afirmó.