¿Bolsas Europeas en 2025? Mucha incertidumbre
Martin Schulz. Head of International Equity Group, Federated Hermes
De cara a 2025, observamos mucha incertidumbre entre los inversores internacionales. Ya sea debido a la parálisis política en Alemania, Francia y Japón, a las guerras en curso en Ucrania y Oriente Medio o al impacto de los aranceles propuestos por Trump sobre el crecimiento económico, los inversores están preocupados por el crecimiento económico y de los beneficios tanto en los mercados desarrollados como en los emergentes.
En la mayoría de los mercados desarrollados esperamos que la inflación descienda hasta las tasas previstas, lo que dará a los bancos centrales de Europa y el Reino Unido margen para bajar los tipos y estimular sus economías. China seguirá luchando contra la deflación mientras el gobierno central intenta estimular la demanda interna para compensar el menor crecimiento de las exportaciones debido al aumento de los aranceles estadounidenses. Los tipos más elevados en EE UU presionarán al alza al dólar, un viento en contra para la renta variable internacional, especialmente en los mercados emergentes.
La economía europea mejorará, partiendo de una base baja. El crecimiento seguirá procediendo del componente de servicios de la economía, ya que el consumidor europeo sigue siendo fuerte, con unos niveles de desempleo bajos y unas tasas de ahorro elevadas. El sector manufacturero se recuperará, de nuevo partiendo de una base baja, pero con la amenaza de una guerra comercial con EE UU y un crecimiento más lento en China, la recuperación quedará aislada al sector manufacturero relacionado con la defensa nacional y la electrificación. La historia del Reino Unido es más convincente. El Reino Unido tiene un gobierno estable, la inflación se está moderando y el Banco de Inglaterra tiene margen para bajar los tipos para estimular el crecimiento. La renta variable británica obtiene muchos ingresos fuera de Inglaterra, lo que significa que una libra más débil debería ser un viento a favor para el crecimiento de los beneficios. Esperamos que el Banco de Japón suba los tipos para luchar contra la nueva inflación, pero con unos salarios al alza, no creemos que la subida de los tipos afecte significativamente al consumidor japonés.
El crecimiento de China estará por debajo del consenso, pero el gobierno central introducirá estímulos fiscales adicionales para aumentar la demanda interna. Nuestra hipótesis de base no es una guerra comercial en toda regla, pero el comercio dominará los titulares.