El gráfico semanal: ¿Es la hora de las pequeñas compañías?
Renta 4 Banco.
El valor al que dedicábamos nuestra sección hace siete días, Apple, ha vuelto a tomar, junto al resto de las grandes tecnológicas, la batuta de las subidas bursátiles. Apple ha subido un 5,5% en las últimas cinco sesiones, siendo especialmente alcista en la jornada de cierre semanal del pasado viernes, en la que Apple subió el 2,3%.
Esta euforia bursátil de las grandes tecnológicas ha contrastado, una vez más, con el mediocre comportamiento de las compañías de baja capitalización. El Russell 2000, índice que refleja la evolución de las dos mil compañías de pequeña capitalización de la Bolsa norteamericana, ha vuelto a caer esta última semana, con un descenso semanal del 3,15% mientras que el S&P subía un 1,3% en la semana y el Nasdaq 100, que reúne a las cien empresas tecnológicas de mayor valor, entre ellas las grandes "Big Tech", subía el 2,8%. Si tomamos un periodo de comparación un poco más largo, en lo que va de año el Nasdaq 100 sube un 41,9% mientras que el Russell 2000 baja un 3,2%.
Hace un mes, en nuestro Gráfico semanal del pasado 16 de octubre, tras una fuerte caída semanal que había llevado al Russell 2000 a cerrar en 1.719,7 puntos, nos preguntábamos si el Russell había tocado suelo, y respondíamos diciendo que era “probable” que el Russell estuviese "cerca de su suelo" y que podía entrar en una fase "lateral". Decíamos, también entonces, que la caída del Russell se había iniciado en marzo tras la quiebra del Silicon Valley Bank y la subsiguiente crisis de la banca regional americana, que hacía temer un menor acceso a la financiación por parte de las pequeñas compañías.
Tal y como se ve en el Gráfico adjunto, la divergencia con el Nasdaq empieza justamente a partir de abril, cuando el Nasdaq, una vez superada la crisis de la banca regional norteamericana, empieza a subir con fuerza, mientras que el Russell, más allá de un pequeño intento, no es capaz de remontar.
La convicción, a partir de agosto, de que el escenario de tipos altos será prolongado (higher for longer) ha castigado a las pequeñas compañías de forma especial, como muestra el Grafico, pero tal vez lo más llamativo sea que, incluso tras la pausa en las subidas de tipos por parte de la Fed y el BCE, las grandes compañías, sobre todo las tecnológicas, han subido con fuerza, pero el Russell sigue sin poder despegar. En concreto, el pasado viernes el Russell cerró en 1.705,3 puntos, un 3% por debajo del nivel que tenía hace un mes, siendo así que, como muestra el gráfico adjunto, el Nasdaq 100 cerró un casi un 3% por encima.
Es obligado, de nuevo, preguntarse si ante un entorno financiero algo más amable, al calor de la pausa de la Fed y del BCE en las subidas, una pausa que incluso podría llevar el próximo año a una cierta bajada de los tipos de intervención, ha llegado ya el momento de apostar por las "small caps" aprovechando que su precio se ha quedado atrás.
La respuesta no es, ni puede ser, única para todas las empresas de baja capitalización. Una de las características que tiene la economía "poscovid" es la divergencia, es decir, el hecho de que ni el crecimiento económico ni la creación de valor por las empresas se van a repartir de forma igualitaria. Al revés, el reparto va a ser muy desigual, y las claves para ver qué empresas van a salir más beneficiadas son la fortaleza del balance y el posicionamiento en la innovación. Tener un capital fuerte y un modelo de negocio adaptado a los nuevos estilos de vida y a la nueva dinámica económica va a ser clave para ganar valor bursátil.
En definitiva, en nuestra opinión, la brecha de valor abierta entre las compañías de baja capitalización y las "megaempresas", que lideran las subidas bursátiles, va a tender a corregirse, a medida que la economía entre en una fase normalizada con tipos de interés relativamente altos, pero que ya no van a subir más o incluso pueden bajar un poco. Pero hay que descartar la vuelta a los tiempos del "easy money", en los que incluso las empresas ineficientes o inviables encontraban financiación para continuar sus actividades.
Tras una caída de más del 25% desde los máximos que alcanzó en abril de 2021, apostar por el Russell 2000 no es ninguna tontería, pero pensamos que tal vez sea mejor idea seleccionar acciones concretas de empresas que tengan un buen balance y un posicionamiento adecuado, ya que en ellas la revalorización puede ser realmente espectacular.