Carlos Montero

Un simple gráfico nos muestra que EE.UU. seguirá siendo la opción favorita en décadas

Capitalbolsa | 27 jun, 2012 16:15
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En otras ocasiones hemos publicado artículos en los que sosteníamos la importancia del factor demográfico en la evolución de largo plazo de los mercados financieros. Y ese factor demográfico beneficia claramente al mercado de EE.UU.                                                                                                                                                                             

El siguiente gráfico lo refleja perfectamente:

El analista financiero Suzy Khimm es de la misma opinión, y afirma que a pesar de los problemas de EE.UU., el país tiene una gran ventaja sobre las más grandes naciones industrializadas del mundo a lo largo de las próximas décadas: La demografía.
"Dentro de cuatro décadas los EE.UU. probablemente tendrán uno de los porcentajes más bajos de ciudadanos de edad avanzada, y una de las tasas más altas de ciudadanos en edad de trabajar entre las mayores economías.
Esto en gran medida es debido a la gran población de inmigrantes en el país: Los hispanos, por ejemplo, tienen una tasa de natalidad superior a la media, y la afluencia de inmigrantes en el siglo XX seguirá teniendo un impacto importante en el siglo XXI.
China por su parte verá caídas en sus ciudadanos en edad de trabajar, y se disparará las personas de avanzada edad -un eco de su política de hijo único. Europa ha caído en un profundo estancamiento por motivos similares. Se estima que para 2050 la economía europea sea la mitad de la economía de EE.UU., y que la carga financiera en Alemania se sitúe en casi el doble de la carga financiera actual de Grecia.
Según defienden algunos analistas, EE.UU. debería temer una desaceleración de la inmigración en lugar de lo contrario, si realmente se preocupan por las perspectivas a largo plazo de su economía.
Joel Kotkin, en un reciente análisis realizado para la National Chamber Foundation, del que ya hemos hecho referencia defiende que EE.UU. tiene una enorme ventaja competitiva con respecto al resto de países occidentales durante las próximas décadas.
Kotkin analiza históricamente el dividendo demográfico, es decir, la relación entre los trabajadores en activo y sus dependientes, y ha demostrado que cuando este ratio es positivo se da un aumento sustancial en la tasa de crecimiento económico.
Ejemplos de este hecho se da en el periodo 1950-1960, cuando una población relativamente joven impulsó las economías de Europa y Japón. En 1970 este escenario se trasladó a las naciones del sudeste asiático. Entre 1980 y 1990 fue China la que experimentó este factor de crecimiento económico. Casos como el de Vietnam, Turquía y Brasil, son aún más recientes.
Hoy en día esto está sucediendo en EE.UU., donde la fecundidad es más del doble de países como Rusia, Japón, Italia, Alemania, Singapur.
La conclusión de estos informes, y creemos que es una conclusión que es muy válida operativamente, es que EE.UU. seguirá creciendo económicamente por encima de la media de los países más industrializados en la próxima década. Esto, junto con otros factores de mercado como, fortaleza de la divisa, regulación financiera, riesgo país, solidez de su mercado de deuda, políticas monetarias y fiscales previsibles, estabilidad política, etchacen al mercado de valores de EE.UU., como la mejor apuesta para el largo plazo.
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