Renovables, tecnología e innovación farmacéutica: oportunidades para la renta variable ante la desaceleración
La visión de BNP Paribas Asset Management - FundsSociety
En un año que está siendo muy intenso, la renta variable es un activo que se ve especialmente afectado por la volatilidad generada por las perspectivas macroeconómicas, que apuntan a una recesión el año próximo, señala en un reciente podcast Nadia Grant, directora de renta variable global de BNP Paribas Asset Management.
La experta prevé una corrección de en torno al 10% y aboga por un posicionamiento defensivo enfocado en los mercados de mayor calidad.
La Fed confirmó su posición hawkish en Jackson Hole y continuó en la senda del endurecimiento en septiembre, lo que ha tenido un efecto directo traducido en ventas en los mercados. Si se produce una recesión leve como prevé BNP Paribas AM el año próximo, los beneficios se reducirán.
“Típicamente, una recesión de este tipo causa una contracción de entre un dígito alto y dos dígitos bajos de los beneficios. Esto contrasta con el consenso actual, que estima un crecimiento de un 8% de beneficios. En nuestra opinión, esto deja al mercado vulnerable a una bajada bastante considerable y como resultado nos estamos posicionando de forma más defensiva, tanto geográficamente –favorecemos mercados de alta calidad como el estadounidense- como en estilo, donde buscamos también la calidad porque consideramos que tiende a ofrecer mayor rendimiento en particular en momentos de desaceleración”, señala Grant.
En cuanto a sectores, cuentan con posiciones en el de la salud, sobre todo con exposición a empresas farmacéuticas poco sensibles al momento económico con líneas de negocio innovadoras. También favorecen el sector tecnológico vinculado con las tendencias a largo plazo como la computación en la nube y el software. A su vez, se encuentran neutrales en el sector energético, que de hecho ha sufrido importantes correcciones y en el que muchas compañías de exploración y producción descuentan un precio bastante más bajo del petróleo que el actual, de en torno a los 80 dólares. Los años de baja inversión en el sector mantendrán además tirante la relación entre oferta y demanda. “En este sentido favorecemos compañías que tengan un claro plan de transición hacia las energías renovables”, concluye.