Los inversores siguen reacios a apostar por los sectores defensivos
El analista Kevin Gardiner, de Rothschild Wealth Management, dice: "La fiesta de cumpleaños (del mercado alcista de Estados Unidos) será moderada. Este debe ser uno de los ciclos económicos menos amados". Se está acercando a batir el récord de la expansión más larga de la historia, aunque el pesimismo está en todas partes: en la zona del euro, el comercio y la geopolítica.
En ciclos anteriores, los inversores se movieron a sectores defensivos menos sensibles al crecimiento cuando parecía que los tiempos serían más difíciles, pero esta vez es diferente.
"La incertidumbre de la UE y las tensiones comerciales, en nuestra opinión, justifican el uso de protección de cartera, no una reestructuración defensiva más significativa", escribe Gardiner.
Los gerentes de cartera de Rothschild han estado protegiéndose "en previsión de una reactivación de la volatilidad", agrega. "Pero todavía vemos el clima de inversión como uno constructivo, y las valoraciones de las acciones son justas pero no exageradas: una reestructuración de cartera más defensiva podría dejarnos varados si los mercados se recuperan". Tal es el dilema al que se enfrentan todos los inversores a medida que las acciones defensivas comienzan a aumentar junto con los rendimientos de los bonos, pero la imagen de crecimiento sigue siendo, en general, fuerte.
Los estrategas de BAML enfatizan en su encuesta de junio que, a pesar de que los inversores europeos aumentan las asignaciones a algunos sectores defensivos, de ninguna manera se trata de una rotación totalmente defensiva. "El posicionamiento del sector cíclico ha comenzado a descender, pero aún no ha alcanzado plenamente las tendencias de crecimiento", señalan.