"Las bolsas están sobrepenalizadas en términos generales"
Análisis Bankinter
Pensamos que las bolsas están sobrepenalizadas en términos generales, aunque resulte muy arriesgado defenderlo. A pesar de ello revisamos a la baja nuestras valoraciones de las principales bolsas por 2 razones:
(i) Los riesgos se han movido al alza, por lo que las primas de riesgo deben ser superiores.
(ii) Los beneficios empresariales esperados se revisan a la baja, lo que fuerza las valoraciones en esa misma dirección.
A pesar de ello y como consecuencia del severo castigo infringido a las bolsas desde Octubre, obtenemos unas valoraciones que aún ofrecen potenciales positivos, pero que sólo son lo suficientemente atractivos en el caso del S&P500.
Estimamos 3.051 puntos para este índice (potencial aprox. +19%), 3.343 para el EuroStoxx-50 (ídem +10%), 9.181 para el Ibex-35 (ídem +5%) y 23.510 para el Nikkei-225 (ídem +11%).
En los últimos 10 años - desde la Crisis Financiera – no han tenido lugar retrocesos generalizados de las bolsas durante 2 años consecutivos (excepto Ibex-35), así que la probabilidad de que 2019 sea tan malo como 2018 es muy baja.
Por eso reducimos exposición recomendada sólo -5% linealmente a todos los perfiles de riesgo hasta: 70% Agresivo, 55% Dinámico, 40% Moderado, 20% Conservador y 10% Defensivo.
Recomendamos concentrar exposición en Estados Unidos, India y Brasil, así como en bonos americanos en cuanto la TIR del T-Note regrese al entorno del 3%.
Consideramos que la reciente apreciación del dólar es una anomalía y estimamos regresará hacia 1,15/€ en cuanto la Fed adopte un enfoque más “dovish” o suave - algo que aceptará en no mucho tiempo (¿1T 2019?) - y el mercado asuma que en Europa, tanto la política como los déficit fiscales (ambos íntimamente relacionados) no sólo no se deteriorarán más, sino que mejorarán algo. Nos desplazamos desde una expansión sincronizada a una desaceleración asimétrica, así que nuestro posicionamiento también debe serlo.
Por eso recomendamos posicionarse correctamente y esperar, aunque los retornos no sean inmediatos. Este contexto exige paciencia. La rentabilidad sin riesgo ya no existe en la práctica como alternativa. Hay que elevar la perspectiva. No hay más remedio. Se trata de ajustar las expectativas a un final de ciclo tal vez muy extenso, pero no a una recesión.