Banif
La probabilidad de que Grecia salga del euro es baja
- La inestabilidad politica en Grecia continua haciendo mella en el mercado. Seguimos
pensando que una eventual salida de Grecia del euro tiene mas costes que
beneficios tanto para Grecia como para Europa.
- El Consejo de Politica fiscal y financiera se saldo con un balance favorable, que
deberia ser positivo de cara a que España generase confianza en el mercado.
Tras los intentos fallidos de formar una coalicion de Gobierno por parte de los principales partidos griegos, la
convocatoria de nuevas elecciones para el proximo mes de junio, junto con el auge en las encuestas de intencion
de voto de los partidos ¡anti-rescate¡ continua arrojando una fuerte incertidumbre respecto a la situacion
politica en Grecia.
No obstante, a pesar del contexto adverso, pensamos que una salida de Grecia del euro
sigue teniendo una baja probabilidad, dado que los costes y los riesgos tanto para Grecia como para
Europa sobrepasan a los eventuales beneficios.
Para Grecia, los costes de una salida de la union monetaria
son evidentes. Una salida en el corto plazo seria desordenada (por definicion), derivada de que el eventual nuevo
Gobierno griego opte por no continuar honrando los compromisos adoptados con la Troika. Así, tanto la UE
como el FMI dejarían de continuar financiando a Grecia, lo que implicaría que el Banco Central Europeo
no podría seguir concediendo liquidez al sistema financiero heleno.
Por tanto, con Grecia fuera del
Eurosistema, el colapso del sistema financiero heleno sería inmediato. Con un colapso total de la financiación
exterior, sería necesario que Grecia intentase conseguir un superávit fiscal inmediato, mientras haría frente a
salidas muy importantes de depósitos y un periodo de contracción economica severa.
De hecho, todos
los factores enumerados anteriormente se reforzarían entre si. Si bien, la reintroducción de un dracma
depreciado respecto al euro tiene efectos positivos sobre la competitividad de las empresas helenas, muchas
compañías locales no podrían permitirse pagar sus deudas en divisa extranjera, lo que vendría a
complicar aun más la situación de un sector privado falto de financiación.
En este punto, hay que recordar que
la economía helena (con un peso del sector exterior sobre el PIB de aproximadamente solo un 7%), al contrario
que Argentina (las exportaciones representan cerca de un 20% del PIB), tiene pocas commodities que
exportar que supongan una fuente cierta y recurrente de ingresos.
Desde el punto de vista del resto de
Europa, los costes de una salida de Grecia del euro también exceden a los beneficios, en particular por las
implicaciones que un eventual contagio de la situación podría tener sobre el conjunto de la zona Euro.
Así, la relación directa de la economía helena con el resto de la zona Euro, tanto desde el punto de vista
comercial como financiero es limitada, y por tanto las consecuencias directas podrían ser asumidas por Europa.
Y
es que la mayor parte de la exposición europea a Grecia ha pasado del ámbito privado/financiero al
sector público, encontrándose las mayores concentraciones en vehículos como el EFSF y las posiciones del BCE,
cuyo montante suma aproximadamente 290.000 millones de euros.
Así, poniendonos en el peor de los casos
y asumiendo una tasa de recuperación de entre el 20% y el 50%, la perdida que Europa tendría que asumir
apenas rondaría el 1%-2,5% del PIB, un porcentaje que consideramos asumible por parte de la zona Euro.
No
obstante, el riesgo fundamental consiste en que una eventual salida de Grecia sentaría un peligroso
precedente, lo que podría dar pie a que el riesgo de contagio se extendiese al resto de periféricos.
(BANIF)