Inversis prevé un deterioro del PIB global en 2022 y no descarta una recesión a corto plazo
FundsSociety
Inversis ha ofrecido su visión global y regional del actual escenario macroeconómico en base al cual prepara su estrategia de inversión para el cuarto trimestre de 2022.
Así, de la mano de su estratega jefe macroeconómico, Ignacio Muñoz-Alonso, la entidad ha destacado cómo la economía mundial se enfrenta a un nuevo freno en las expectativas de crecimiento debido a la suma de varios factores, principalmente la guerra en Ucrania, la inflación y el alza de tipos de interés, a los que se unen un desabastecimiento global en muchos sectores productivos y la debilidad de la economía china que sigue arrastrando las restricciones COVID. En concreto se prevé un recorte de 0,5 puntos del PIB global para cerrar el año en el 2,4%.
Desde Inversis entienden que la acumulación de todos estos factores, muchos de ellos inéditos, pero todos interrelacionados, están generando un entorno de gran incertidumbre económica que aumenta de manera significativa el riesgo de recesión a corto plazo. Un escenario que podría producirse en los primeros trimestres de 2023 tanto en EEUU como en Europa.
Estrategia de inversión Inversis
Con la incertidumbre actual la estrategia de Asset Allocation de Inversis para el cuarto trimestre de 2022 pasa por la cautela en renta variable y recuperar el benchmark en renta fija, aunque no esté exento de turbulencias.
En este sentido la renta fija continúa corrigiendo desde principio de año, aunque la inversión de las curvas ofrece una ventana de seguridad para inversores conservadores. La toma de posiciones con duraciones cortas puede ya empezar a ofrecer alternativas a los inversores con liquidez que opten por reducir riesgos en las circunstancias actuales. Cautos sobre el efecto de los tipos sobre crédito corporativo a medio plazo por el impacto de la desaceleración sobre ingresos corporativos y el endurecimiento de las condiciones financieras. En esta línea, Inversis se decanta por los bonos de mayor calidad crediticia en Europa y en los de EE.UU. y por las empresas con poco apalancamiento y balances sólidos.
En cuanto a la renta variable, las acciones continúan sufriendo el castigo de la incertidumbre y en un entorno muy volátil marcado por los tipos de interés, el riesgo de recesión, la rotación de las carteras a renta fija y las mayores tasas de descuento. Aun así, puede ser una buena opción. Se propone esperar a tener más visibilidad sobre crecimiento e ingresos corporativos antes de retomar posiciones neutrales en renta variable.