Desde el inicio de la crisis se ha duplicado en España el número de subempleados, es decir, de personas que tienen una jornada laboral inferior a la ordinaria por causas ajenas a su voluntad.
En la actualidad hay 2,4 millones de personas en esta situación, pero es especialmente llamativo el caso de los jóvenes de entre 16 y 24 años, un sector poblacional en el que una de cada cuatro personas desearía dedicar más horas a su trabajo.
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La tasa de subempleo ha crecido desde principios de 2008 del 7% al 14% respecto al total de trabajadores, y según constatan los expertos, esta figura ocupacional ha permitido contener la caída del empleo, aun a pesar del descenso del 3,5% registrado en el empleo neto solo en el último año.
Pero, ¿quiénes son los subempleados? Su perfil es el de una mujer (seis de cada diez lo son) que trabaja en el sector servicios (donde se concentra el 73% del subempleo) y que tiene entre 25 y 44 años, franja de edad que aglutina a más del 50% de las personas en esta situación laboral.
Los subempleados se diferencian de los trabajadores a tiempo parcial en que, aunque ambos colectivos trabajan un número reducido de horas semanales o lo hacen de manera esporádica y sin regularidad, los primeros no desean permanecer en esta situación, pero no encuentran una colocación que les permita aumentar su jornada laboral, lo que puede ocurrir, por ejemplo, por deficiencias estructurales de la economía.
No obstante, el comportamiento de la tasa de empleo a tiempo parcial se asemeja a la de subempleo, ya que también se ha incrementado 4 en puntos porcentuales con respecto al año 2008, en concreto aumentando de los 2,4 a los 2,7 millones de personas.
Cabe destacar que el perfil de estos trabajadores se ha modificado en los últimos años, ya que mientras que antes de la crisis el 80% eran mujeres, en la actualidad esta cifra se sitúa en el 70%.
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