La profunda crisis que empezó en el año 2008 ha hecho que cambien muchas cosas en nuestro entorno. La “acomodada” realidad de antaño se ha visto alterada y nos hemos visto obligados a cambiar de manera forzosa algunos de nuestros hábitos.
Aun así, nos hemos mostrado reticentes a muchos de los cambios mostrando resistencia y rechazo, no hay más que ver la cantidad de manifestaciones que se han organizado, la cantidad de protestas frente a las sedes de las instituciones, pero poco a poco nuestro estilo de vida ha cambiado: salimos menos a cenar, vamos menos al cine… en general, gastamos menos. Aun así, y como bien sabemos, por experiencia propia, las cosas no sólo han cambiado en el ámbito económico o personal, la crisis ha sido tan profunda que lo ha empapado todo, y ahora se está viendo la necesidad de cambiar el modelo de relación entre empresa y trabajador.
Es una época de cambio a nivel global, los baby boomers de media Europa están a punto de jubilarse, los Millennials se están encontrando con un mercado laboral desolador. Las nuevas tecnologías están entrando con fuerza en el mundo laboral también, y vista la alta competitividad de las empresas de los países emergentes, los europeos nos estamos viendo obligados a cambiar nuestros hábitos de trabajo: nuestra relación con la empresa.
La siguiente imagen es muy interesante, ya que nos permite ver el nivel de compromiso que tienen los trabajadores con la empresa por países. Por desgracia, no hay datos de España.
Se toma como medida el porcentaje de trabajadores que no están emocionalmente implicadas con la empresa, y que no hacen todo lo posible para crear valor añadido. En resumidas cuentas, discierne a las personas que van a trabajar para cumplir con su labor y marcharse a casa, de las que están realmente implicadas. En los países con colores verdes más claritos el porcentaje de trabajadores no comprometidos es menor.
Escandinavia es la referencia para los países desarrolados, y en este caso, destacan sobre el resto por el compromiso que muestran los trabajadores con su empresa.
La evolución del mercado laboral
Las empresas necesitan una implicación cada vez mayor del trabajador, y así se pide desde las patronales como podéis ver en este par de tweets de la patronal de empresarios vascos:
En China hacen lo mismo que hacemos nosotros en occidente pero por un precio mucho más competitivo, con lo que nuestras empresas seguirán cerrando hasta que demos con la tecla que nos haga diferenciarnos de ellos y crear mayor valor añadido.
Es muy típico de los trabajadores quejarse ante los cambios y buscar una actitud acomodada, pero este cambio ya está en marcha, y en vez de oponernos a él deberíamos implicarnos desde el principio para así ser los trabajadores los que lideremos el cambio, que insisto, es inevitable.
Lectura recomendada
Os dejamos lecturas recomendadas que os ayudarán a tener una visión más amplia del tema:
- 5 ideas para motivarte con tu trabajo
- Padres contra hijos en el mercado laboral
- 10 formas de premiar a los empleados
Lo que me falta… implicarme con la empresa.
¿Quejarse ante los cambios, buscar una actitud acomodada…?
Nooo, si quieres mejor que los trabajodores se estén callados y resignados, diga lo que diga la empresa, y eso si, siempre cumpliendo, con excelencia y una sonrisa de oreja a oreja.
La implicación ha de ser recíproca y en un país donde la cultura empresarial es como la de éste pais, no se puede encima pretender que el trabajador sea un peón modélico cuando no tiene seguridad contractual, no se le pagan las horas extras, se le hace moobing…
Por supuesto que los paises escandinavos son un ejemplo a seguir, en ambos sentidos. ¿Nos ponemos a explicar las políticas de empresa de dichos paises? Así comprenderemos las susodichas diferencias y la “implicación” de sus trabajadores.