Vamos a tocar hoy un tema ciertamente delicado, un tema que resulta delicado por cuanto la generalización no debiera ser la máxima a la hora de interpretar esta exposición. Si defendemos, como además resulta ser, que en un momento tan complejo para buscar trabajo como el actual el usuario el desempleo debe atender de manera especial no sólo a sus propias características y valores sino también ajustarse a la realidad de quienes ofertan empleo, entenderemos que todas las situaciones son diferentes y que por tanto lo que para un trabajo determinado puede ser una gran recomendación para otro puede convertirse en un elemento distorsionador de lo que pretendemos realmente comunicar.
Dicho lo anterior queremos centrarnos en algo tan fundamental e importante como el currículum y lo haremos desde un debate, cada vez más presente en todos los medios especializados en la búsqueda de empleo, en el que se presentan los nuevos modelos de comunicación de nuestros valores y activos a la hora de buscar empleo en algunos casos en confrontación con los llamados currículum tradicionales.
Obviamente la gran mayoría de los lectores referencian currículum tradicional tienen automáticamente una imagen formada del mismo, e incluso, un modelo más o menos estándar a seguir.
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Sin embargo es cierto que aún siendo muy importante como elemento de conocimiento entre el usuario y la empresa demandante de empleo, debemos reconocer que hoy en día en muchos casos este elemento ya no es suficiente, e incluso, puede llegar a no ser el más importante y desde luego determinante para la contratación.
A fecha de hoy podemos encontrar miles de ejemplos de nuevos modelos de currículum incluso no escritos.
Propuestas en soportes audiovisuales, currículum en soporte informático, y acciones que incluso trascenderían el hecho de soportes de búsqueda de empleo convirtiéndose casi en acciones de marketing en las cuales el producto a ensalzar y defender es el propio valor laboral de quien las pone en práctica.
¿Dónde se encuentra esa frontera que nos dice cuando podemos utilizar este tipo de elementos rompedores?
La anterior sin duda es una pregunta difícil, pero, la respuesta más plausible viene dada en el primer párrafo de este mismo artículo; ajustarse a la realidad de quienes ofertan empleo.
Ser conscientes de a quién nos dirigimos, de lo que realmente busca esa empresa, del ámbito en el que se desenvuelve la actividad laboral de esa empresa, el modelo de empleado y las características que pueden ser más importantes en dicha búsqueda, se convierte en algo tan importante como nuestro propio valor y activos reales al ahora desempeñar el trabajo ofertado.
No considerar todas las ofertas del mismo modo, y aprovechar al máximo las posibilidades y herramientas que hoy en día existen a nuestro alcance, es probablemente la mejor de las recomendaciones cuando nos planteamos tanto la elaboración de un currículum como de los elementos de acompañamiento que consideremos necesarios para el mismo.
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