Redes sociales y empleo

¿Se puede buscar trabajo en las redes sociales? Pues tal vez sería mejor responder con una frase de afirmación algo variada; se puede buscar trabajo con las redes sociales. Sin embargo, ni es una tarea sencilla, ni estamos ante una panacea de la búsqueda de empleo; algo que desafortunadamente millones y millones de españoles saben que no existe para el común de los mortales.

La redes sociales se están convirtiendo sin duda en un elemento complementario, que a veces incluso alcanza el nivel de solista, en esa orquesta compuesta de herramientas necesarias para una búsqueda de empleo lo más completa posible. El hecho de la huella social (ya no nos limitamos a la huella en Internet sino que ahora la subdividimos) cobra una importancia relevante, aunque, desde luego, a muchos efectos, se encuentra sobrevalorada; en un entorno tremendamente árido como es el mercado laboral de nuestro país, sinceramente el peso total de la huella social en el conjunto de la oferta global de trabajo, no es tan relevante como a veces, desde una óptica muy centrada en la acción/reacción de la red queremos entender.

Redes sociales y empleo

Utilizar las redes sociales, como elemento de visibilidad, como elemento de posicionamiento, e incluso como canal de pre búsqueda, es una opción válida, y, dependiendo de los sectores imprescindible, sin embargo, tenemos la mala costumbre de asociar la inmediatez de la obtención de resultados en la red, con una especie de fijación por el éxito en lo que emprendamos; algo que la red desafortunadamente en la búsqueda de empleo no proporciona.

Nuestra interacción en las redes sociales cuando buscamos trabajo tiene que ser equilibrada; machacar no sirve de mucho, y en todo caso puede servir precisamente para lo contrario a lo que buscamos.

Tiene que ser también acorde con nuestra realidad y perfil laboral; antaño se decía (y se dice) que el papel lo soporta todo, es cierto, Internet y las redes sociales pueden soportar casi todo, desde las mentiras pequeñas hasta los grandes embustes, sin embargo, en la búsqueda de empleo, es un arma de doble filo que tarde o temprano acabará por perjudicar a quien la pone en práctica.

Y por último, no olvidemos que, efectivamente, podemos tener una vida social en Internet, pero tenemos una vida presencial; abandonar los canales tradicionales de búsqueda de empleo, abandonar el cuidado y el mismo con el que se preparan los currículum, y las entrevistas de trabajo presenciales, es un error de bulto en cualquiera de los casos, incluso, por muy convencidos que estemos de las bondades de Internet también en este aspecto.

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