El outsourcing se entiende como el acto de subcontratar a terceros con el objetivo de que lleven a cabo la realización de trabajos complementarios en la empresa, de modo que estos se asumen a su vez por la empresa que está siendo subcontratada.
Se trata de un proceso que provoca la externalización de una parte de la empresa, y como ya hemos dicho, su finalidad es permitir que la empresa quede libre para centrarse únicamente en sacar partido a los trabajos principales que se desempeñan en ella, pudiendo especializarse en un ámbito específico sin necesidad de tener que realizar todo el trabajo.
En qué consiste en el outsourcing
Generalmente, el outsourcing se aplica en el momento en que se requiere la subcontratación a terceros para que se hagan cargo de realizar una tarea determinada, de la que la empresa carece de área o de formación para hacerse cargo.
De esta manera, se consigue que los negocios puedan centrarse en llevar a cabo el trabajo para el que realmente están capacitados, con la seguridad de que aquel área de la empresa que no dominan, está siendo atendido y cubierto por terceros. Para poder realizar una subcontratación a terceros, es necesario investigar previamente sobre la empresa que se va a subcontratar, ya que la confianza en ella es crucial para el buen funcionamiento del negocio.
Como era de esperar, este nuevo método se ha vuelto muy conocido y aceptado por las empresas en poco tiempo. De hecho, estudios demuestran que realizar outsourcing provoca mayores beneficios en el área en que se trabaja, así como se pueden llegar a abaratar tanto los costes como el tiempo invertido.
Y este método no solamente supone beneficios para la empresa que contrata a terceros, sino para los propios terceros en sí, puesto que aporta una mayor facilidad a las empresas que ofrecen sus servicios, que pueden dedicarse enteramente a una acción en específico, ofreciendo así una calidad de trabajo óptima.
Además, en el momento tan complicado en el que nos encontramos a día de hoy, a causa de la pandemia generada por Covid-19, el outsourcing es un modelo de contratación que beneficia a la empresa contratada, y a quien la contrata, por lo que ambas se ayudan mutuamente a salir adelante. Es decir, este método ofrece la oportunidad de crear empleo para aquellos negocios que se encuentren en peligro de desaparecer.
Es primordial tener en cuenta que no se puede delegar en terceras personas aquellos trabajos que resulten vitales para el desarrollo y supervivencia de la empresa, ya que el outsourcing es simplemente un método que delega el trabajo que resulta secundario, y para el que no se requiere tiempo o la especialización necesarios para llevarlo a cabo.
Por otra parte, dicho método no solamente se presenta como un complemento con el que ampliar los servicios facilitados por la empresa a los usuarios. Ocupa un papel determinante en el organismo interno de la empresa, ya que suelen hacerse cargo de las gestiones administrativas del negocio.
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