El Gobierno ha recopilado una serie de propuestas que ha enviado a Bruselas, con tiempo de sobra para ser negociadas tanto en el diálogo social como dentro del Parlamento.
Estas reformas tienen que ver con el mercado de trabajo y las pensiones, y se componen por dos fichas que hasta el momento no habían sido remitidas a la sede de la Comisión Europea, con el objetivo de comenzar a percibir los 70.000 millones de euros correspondientes al plan de recuperación.
Algunas de las reformas más importantes sobre pensiones y el mercado de trabajo
Cabe destacar que no ha resultado una tarea sencilla obtener el acuerdo por parte de los dos altos cargos al frente de la coalición. Es más, no se puede asegurar que, entre ellos, exista un punto en común en lo que a pensiones se refiere. Por esta misma razón, la ampliación del periodo de cómputo continúa siendo una cuestión a negociar entre las partes.
Lo que sí que es cierto, es que existe un texto de encuentro en el que ambos socios se posicionan, más o menos de acuerdo, en lo que respecta al mercado de trabajo. Las propuestas que han sido enviadas a Bruselas, en material laboral, deberían ser suficientes para contar con el apoyo de la vicepresidenta tercera, así como de la ministra de trabajo.
No obstante, parece que solamente existe un camino para todos aquellos aspectos que se quieren reformar, y ese mismo no es otro que el que apuntó en el pacto del Gobierno, llevado a cabo a finales del pasado año 2019.
Los documentos pertinentes a los cambios y reformas que se plantean hacer, serán muy pronto revisados en el diálogo de lo social y en el Parlamento, ya que el periodo de tiempo que va a pasar hasta que los textos enviados a Bruselas lleguen a su destino, deja un margen de sobra para la negociación que se llevará a cabo.
Es importante mencionar que determinadas reformas que se han planteado a Bruselas, ya han sido ejecutadas por el Gobierno, como es el caso de la ley del teletrabajo o la puesta en marcha de los reglamentos sobre igualdad. No obstante, hay otros cambios y reformas a tener en cuenta, que si se aprueban van a suponer un importante cambio en nuestro país.
Uno de ellos, por ejemplo, es la lucha contra la temporalidad. Es decir, lo que se pretende con esta propuesta de reforma es poner remedio al exceso de eventualidad mediante la exigencia de una justificación mucho más elaborada, en el momento en que se realiza un contrato temporal.
Las nuevas reformas buscan también un fondo tripartito para los Expedientes de Regulación de Empleo. Dadas las circunstancias tan complicadas que se han vivido a lo largo de la pandemia, el Gobierno cree que es conveniente establecer un modelo permanente, con todas las lecciones que se han sacado hasta el momento. Con la existencia de dicho fondo, podrían financiarse sin problemas las prestaciones y las compensaciones relacionadas con las cotizaciones para todos aquellos trabajadores afectados por un ERTE.
También se pretenden realizar cambios sobre los convenios establecidos. En los documentos enviados a Bruselas, se trata el tema con bastante ambigüedad. En ellos, podemos encontrar frases como: abordar la ultra-actividad de convenios, la relación entre convenios sectoriales y de empresa, y los mecanismos de consulta y negociación en los supuestos de modificación sustancial de las condiciones de trabajo.
En otras palabras, el Gobierno no especifica claramente de qué manera piensa abordar los temas, aunque si algo hay claro, es que se comenzará por tomar como referencia la reforma laboral llevada a cabo en el año 2012.
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