La búsqueda de empleo implica un trabajo de marketing personal que debe extenderse en el tiempo. Es fundamental la constancia, no esperar resultados inmediatos y por sobre todas las cosas no debe limitarse a los momentos de desempleo, hay que estar alerta de posibles ofertas siempre.
No necesariamente hay que esperar a que exista una plaza para presentarse y ponerse a disposición de la empresa donde interese entrar a trabajar. Para marketing laboral en principio es imprescindible tener una buena base de datos de las empresas a las que se puede acceder.
– Empezar con el cualquier motor de búsqueda (google, Yahoo) y buscar el colegio profesional que interesa. Alli hay directorios de las empresas del rubro.
– Recurrir a los anuarios de colegios profesionales
– Buscar la página oficial de una feria anual. Alli deben aparecer las empresas que participaron.
– Páginas amarillas.
– En las bibliotecas especializadas deben tener catálogos.
– En los centros de alumnos de las universidades donde se cursen carreras afines.
– Los sindicatos que agrupan a los trabajadores del área.
– Organizaciones no gubernamentales que abarquen una parte del tema que nos ocupa.
– Conseguir algún nombre de referencia con el que poder contactarse. En la medida en que se han buscado los datos se puede también pedir en nombre de quién hablar. Por Ejemplo: “Sr. Fulano la Universidad ha tenido la gentileza de pasarme su dirección de bien espero tenga a bien…”
– No olvidar que es matemático, cuantas más puertas golpeemos, más posibilidades hay de que se abra alguna. La intención no es sólo presentarte sino saber cuál es el método de admisión. Escribir una carta de presentación y preguntar genera la primera interacción.
– Hay que tener bien claro que trabajo se está buscando. Evitar “cualquier cosa está bien” La pregunta “¿Qué estás buscando?” es clara y la repuesta debe serlo también.
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