En un artículo de reciente publicación, el Banco de España realiza un estudio sobre el impacto que los expedientes de regulación temporal de empleo han tenido sobre la economía y el mercado laboral.
Según la entidad, la figura de los expedientes de regulación temporal de empleo mostró una eficacia importante a la hora de enfocar el regreso al empleo tras el primer proceso de confinamiento y las limitaciones que se sucedieron al desempeño laboral en 2020.
La entidad financiera central afirma en su artículo que aproximadamente el 70% de las personas asalariadas que pasaron a ERTE en el segundo trimestre del año, recuperaron de nuevo su puesto de trabajo en el tercer trimestre.
Un apunte a tener en cuenta es que, sin embargo, los expedientes que se iniciaron en el tercer trimestre o aquellos que duraron más tiempo, no tuvieron el mismo resultado, la recuperación de empleo en este caso bajo de manera amplia, prácticamente hasta el 32%.
La entidad, en función de estos datos, recomienda que se mantenga la ayuda a aquellas empresas que se desempeñan en los sectores que más se han visto afectados por la pandemia. Esta recomendación extiende la duración de los expedientes de regulación temporal de empleo incluso hasta el momento de superar la propia pandemia. Para el proceso de vinculación del mecanismo de protección, la entidad añade la figura de la formación como herramienta de protección, un elemento que no se ha tenido muy en cuenta dentro de todo este proceso.
El Banco de España ha tomado los datos de la encuesta de población activa, para enfocar una opinión en la que el resumen es que la primera oleada de ERTE producida en el segundo trimestre del año, tuvo una vuelta al trabajo de quienes acogieron esta figura muy superior a la de aquellas personas que o no se acogieron a la herramienta o directamente perdieron su trabajo.
Hay que tener en cuenta en este contexto que los ERTE se convirtieron en una herramienta imprescindible con el cerrojazo a la actividad laboral producido en el primer confinamiento del pasado año 2020. Esto se tradujo en que prácticamente el 21,9% de las personas asalariadas se acogieron a un expediente de regulación de empleo temporal el segundo trimestre. La diferencia, por ejemplo, con el primer trimestre del año donde aún no se hacía notar el efecto de la pandemia es notable ya que, los expedientes de regulación de empleo (en sus diferentes modalidades) sólo alcanzaban a un 4% de asalariados.
Otro dato relevante es que, como remarca el propio informe, la diferencia respecto a los datos previos a la crisis económica de la pasada década son esclarecedores: a comienzos de la pasada década el número de asalariados inscritos en algún tipo de expediente de regulación temporal de empleo apenas rozaba el 0,5%.
Por sectores, como se destaca en el informe, los que peor recuperación de empleo han tenido tras los expedientes de regulación han sido los sectores de construcción, comercio y hostelería.
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