En plena era tecnológica, parece que buscar trabajo tiene mucho más que ver con las nuevas tecnologías de la comunicación que con mecanismos tradicionales como las recomendaciones. Sin embargo, las recomendaciones no sólo son efectivas, sino que pueden ser la diferencia que distinga a un candidato de otro ante un empleo.
Es cierto, que, como veremos, hoy día la recomendación dista mucho de aquella imagen de hace 30 o 40 años donde las cartas de recomendación eran relativamente frecuentes, o donde, incluso, los empleadores podían llamar a los antiguos empleadores del candidato y consultar sobre la experiencia del mismo.
Un mundo online al buscar trabajo: también en la recomendación
La irrupción de las herramientas online a la hora de buscar trabajo hace que, en ocasiones, el usuario se olvide de herramientas offline que no solo siguen teniendo vigencia y pueden adaptarse perfectamente a las nuevas tecnologías si no que puede perfectamente ser lo que marque la diferencia entre nuestra propuesta de empleo y otras propuestas. Uno de estas herramientas es la carta de recomendaciones.
A pesar de que se le reconoce el valor, lo cierto es que la carta de recomendación ha caído un tanto en desuso y, sin embargo, esta herramienta antaño imprescindible puede ser un gran aliado del usuario que busca empleo. Veremos los rasgos principales de una buena carta de recomendación.
Con la carta de recomendación vamos a obtener al menos dos objetivos relevantes al unirla a nuestro curriculum:
- Mostrar al reclutador una experiencia laboral positiva por nuestra parte que además queda contrastada y reflejada en la recomendación de nuestros antiguos empleadores.
- Marcar una diferencia notable con otras propuestas de candidatos que no presentarán carta de recomendación, generando además un aire de veracidad que salpica al conjunto general de nuestra propuesta.
¿Qué debe contener la recomendación?
Existen muchos modelos de cartas de recomendación. En general podemos determinar el punto de partida para este documento en función de si es una única empresa en la que nos va a recomendar o si son más de una empresa u organismo.
En el primero de los casos podemos perfectamente pedir a la empresa que se encargue de la redacción de la carta de recomendación. En el segundo de los casos, podemos confeccionar nosotros un modelo tipo en el que en un único documento podamos incluir todas las recomendaciones, en cualquier caso lo verdaderamente importante es el contenido, siendo la forma menos relevante.
El contenido debe necesariamente incluir los siguientes elementos
- Datos personales del recomendado
- Datos de la empresa se recomienda
- Nombre y puesto de la persona que recomienda
- Período de tiempo empleado en la empresa que ha pasado al recomendado
- Puesto o puestos que ocupó el recomendado
- Valoración final del desempeño en su puesto o puestos del recomendado
Como vemos no son muchos los elementos que deben componer una recomendación, y, de hecho, no es necesario e incluso puede llegar a ser contraproducente un exceso de literatura en este tipo de documentos.
Es interesante saber que, obviamente, a mayor escalafón y representatividad en la empresa de quien firma la recomendación mayor peso poseerá esta. Por otro lado, debemos saber que las recomendaciones no son un compendio de loas y alabanzas, lo que el reclutador busca en ellas es por un lado la confirmación de la experiencia laboral, y, por otro lado, un desempeño positivo de las tareas profesionales realizadas hasta ese momento.
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