Los malos momentos dicen que sacan lo mejor de las personas. Siendo esto cierto, no resulta menos cierto que también pueden sacar lo peor de muchos. Un buen reflejo de todo esto es el enorme crecimiento de falsas ofertas de empleo que abundan en internet y que, en la mayoría de casos no son más que intentos de estafa a cargo de delincuentes.
Si algo resulta destacable de este tipo de delincuentes es la perseverancia, su baza principal es la estadística y el porcentaje de personas sin empleo que acaban cayendo en sus trampas en relación a las que no lo hacen, vamos a tratar de dar algunas claves que nos pueden permitir identificar este tipo de ofertas fraudulentas.
- Lo que cuesta el paro
Va a ser difícil que en el ámbito de Internet, desde el punto de vista de la oferta en sí, podamos detectar a primera vista este tipo de fraudes, sin embargo debemos saber que el modus operandi habitual no es excesivamente sofisticado en el sentido de una inserción de anuncios determinada, una plataforma web, etc., por tanto no debemos volvernos locos en la primera impresión de una oferta existente, será después cuando comencemos a determinar si los detalles nos apuntan a una oferta sería o no.
Es más frecuente que estos fraudes se produzcan a través de contactos directos propiciados por páginas donde hemos dejado nuestros currículum. El estafador, sin haber insertado ningún tipo de oferta laboral, se puede perfectamente poner en contacto a través de los currículum para realizarnos una oferta laboral personalizada: ante las ofertas personalizadas que no han tenido un desarrollo previo por nuestra parte debemos desconfiar siempre.
Habitualmente nos vamos a encontrar en estos casos con personas con un alto poder de convicción, con un nivel de léxico y de estructura en la conversación verdaderamente alto, que puede desbaratar esas imágenes distorsionadas del delincuente que podemos llegar a tener.
En el caso de un contacto de estas características, debemos reclamar como mínimo un contacto presencial, todos los datos relativos a la empresa, así como, por nuestra cuenta, recabar el máximo de datos posibles al respecto.
Si lo anterior se acompaña con una insistencia expresa y una urgencia también expresa en formalizar el supuesto contrato, es más que probable que nos encontremos ante una estafa, probablemente el siguiente paso será solicitar parte de nuestros datos incluidos elementos como datos fiscales (con la justificación del contrato) ni que decir tiene que no debemos proporcionar absolutamente ningún tipo de dato, y por supuesto, jamás, adelantar ninguna cantidad de dinero bajo ningún tipo de concepto, ya que, esta es otra de las prácticas habituales de los estafadores, que, aunque parezca increíble, les sigue funcionando, algo que podemos entender en un estado de desesperación absoluta por encontrar empleo, pero que jamás hay que hacer.
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