No hace mucho nos referíamos en este mismo espacio al crecimiento de las personas desempleadas en nuestro país que optan por buscar trabajo en el extranjero, en aquella pequeña serie de artículos tratábamos de centrar de manera general los espacios y destinos más elegidos para esta búsqueda de empleo creciente así como la constatación de que, efectivamente, el número de nuestros conciudadanos que busca una opción laboral en el extranjero se encuentra en crecimiento notable de unos años a esta parte.
Esta realidad debemos entenderla obviamente como una respuesta a la situación del panorama laboral en nuestro país, pero, también, como parte de otra realidad que ya venía implantándose incluso en los años de bonanza económica y que hoy en día es una realidad absoluta; la movilidad geográfica como elemento cada vez más imprescindible en el ámbito laboral.
Partimos de un punto en el que la concepción del trabajo nuestro país ha buscado siempre de manera mayoritaria el entorno laboral próximo como opción primaria, influyendo en este sentido elementos muy acordes a nuestra sociedad como son el arraigo familiar, una cultura de la vivienda en propiedad desde muy temprana edad muy afianzada, y, un cierto sentido del ámbito local como más favorable desde el punto de vista el desempeño laboral, que, en épocas de bonanza económica puede ser elementos a tener en cuenta cuando la oferta de trabajo es amplia, tan amplia que incluso el trabajador se puede permitir elegir.
Lo cierto es que esta situación de crisis nos está enfrentando de plano con muchas de estas realidades asentadas, y, en buena medida, haciendo temblar los cimientos de un modelo de panorama laboral que obviamente está cambiando, y con mucha probabilidad para siempre.
Cada vez en mayor medida, sobre todo entre las personas jóvenes, se entiende la movilidad geográfica como un elemento inherente a la búsqueda de empleo.
Cuando aplicamos esta movilidad geográfica a la búsqueda dentro del entorno de nuestro propio país debemos tener en cuenta que, a pesar de que efectivamente la tasa de paro general es simplemente enorme, las diferencias de oportunidades según puntos geográficos son también notables. En este sentido debemos tener en cuenta que efectivamente puede haber grandes diferencias de tasa de desempleo entre determinadas provincias o regiones, pero, debemos tener mucho ojo afinando nuestras búsquedas, esta realidad no siempre puede significar que en aquellas zonas de menor tasa de desempleo existan más oportunidades, ya que en algunos casos éstas tasa de desempleo se asocian de manera directa a entornos con densidades de población bajos en los que la actividad laboral es limitada y muy ajustada a los recursos humanos ya presentes.
Sin embargo, ni en el caso de la movilidad dentro de nuestro país como en el extranjero a la hora de buscar empleo, sobre todo para los perfiles más jóvenes, debe desecharse, atravesamos un momento en el que las oportunidades son ya un bien escaso en sí mismas por lo que investigar, buscar las mejores opciones que más se adecuen a nuestros perfiles y posibilidades, es un elemento sin duda a tener en cuenta cuando buscamos trabajo.
Imagen 1 y 2: woodleywonderworks flickr creative commons // bonnie-brown flickr creative commons
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