En este blog, y, realmente, en la gran mayoría de recursos que vas a encontrar por Internet orientados ayudarte en la búsqueda de empleo, siempre se habla de herramientas como el currículum, la formación, la entrevista de trabajo, donde buscar trabajo, etc. Y pocas veces dedicamos tiempo algo tan importante como entender que tras la búsqueda de trabajo hay una persona y que la salud física y la estabilidad emocional de esa persona es importante y determinante a la hora de buscar empleo.
Esto no es una suposición. Existe una causa efecto entre el estado físico y mental y la eficacia en la búsqueda de empleo. Alguien que sucumbe al desánimo, a la dejadez y a la falta de intensidad, va a tener menos visión global de lo que necesita al buscar trabajo, que alguien activo, concentrado y con una posición más centrada en la búsqueda de empleo.
Es fácil decirlo, y difícil hacerlo. El desánimo, sobre todo en el parado de larga duración, es sin duda un sentimiento legítimo y difícil de alejar. Una buena herramienta para hacerlo son los hábitos.
Hábitos y búsqueda de empleo
Los hábitos consisten en la repetición de tareas, actividades o fórmulas que se incorporan de manera cotidiana a nuestra vida. Por ejemplo, alguien puede tener el hábito de escuchar las noticias mientras desayuna. Es un hábito pasivo que le ayuda a informarse en los primeros compases del día.
Los hábitos no vienen incorporados de serie, sino que son herramientas que podemos trabajar de manera directa, es decir, herramientas que podemos ir incorporando nuestra vida. Para alguien en plena fase de búsqueda de empleo, es importante incorporar hábitos que le ayuden a equilibrar su estado físico y emocional.
Por ello, debemos distinguir entre dos tipos de hábitos:
- Hábitos de salud física: cómo la práctica deportiva, dedicar tiempo al cuidado personal, mantener buenos horarios de sueño, una buena alimentación, etc.
- Hábitos de salud emocional: cómo tener una organización en la búsqueda de empleo por horarios, no sucumbir a la tentación del pijama, prestar atención al cuidado personal, al cuidado de la vivienda, organizar un entorno propio para la búsqueda de empleo, etc.
El trabajo de buscar trabajo
No son pocos los analistas que recomiendan tomarse la búsqueda de trabajo como si fuera un trabajo en sí mismo. Esto tiene unos beneficios importantes. y, si conseguimos implementar lo, probablemente vamos a resultar tremendamente eficaces, mucho más que si la búsqueda de trabajo se convierte en una especie de rutina lateral que nos acompaña con cuatro acciones cotidianas.
Para que la búsqueda de trabajo sea trabajo, obviamente debes organizarte, tener horarios, tener un espacio propio (escritorio, etc.) Donde realizar tareas de búsqueda, y marcaste objetivos. Los objetivos iniciales pueden ser tener un buen currículum, contactar con relaciones directas, pedir recomendaciones, en una segunda fase puede ser envío de currículums obtener entrevistas, etc. Tomarse en la búsqueda de empleo como un empleo en sí mismo nos va a obligar a otras cosas como, por ejemplo, tener hábitos relacionados con nuestro tiempo, con nuestro cuidado personal, obligarnos a mantener horarios, etc.
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