En un mercado laboral complejo, buscar trabajo estable no resulta sencillo. Muchas personas optan por tratar de rentabilizar sus aficiones y convertirlas en empleo.
Convertir nuestro hobby en un negocio, es posible. Pero para poder conseguirlo, hay que tener muy claro el momento exacto en el que nuestro hobby pasa a convertirse realmente en una fuente de ingresos que nos permita vivir de él.
Señales para descubrir si tu idea es buena para un negocio
Lo cierto es que la clave del éxito de gran parte de los emprendedores, es precisamente el hecho de ser capaces de crear una actividad en un medio de vida. A pesar de ello, parece que no terminamos de ver clara la diferencia entre si nuestro negocio es un hobby, o si nuestro hobby es un negocio.
Por suerte, existen 3 señales principales que nos permiten ver si nos encontramos en el camino correcto de transformar nuestro hobby en un medio de vida:
- En el preciso momento en el que aquello que hacemos tiene una demanda de terceros que crece y aumenta a corto o medio plazo.
- Cuando obtenemos reconocimiento de profesionales especializados.
- Cuando aquella actividad que valoramos como hobby nos proporciona una cantidad de beneficios superior a los gastos que nos pueda generar.
Claramente, hay muchas otras señales que nos pueden indicar esto, pero estas son las más relativas en cuanto a la viabilidad de poder transformar un hobby en un proyecto de empresa.
Debemos tener en cuenta que cuando lanzamos un negocio, a pesar de que tengamos muy claro que poseemos un buen plan de negocio previo, no es necesario tener una respuesta clara para las claves anteriores. Es decir, podemos transformar nuestro hobby en un negocio, partiendo simplemente de la idea que tenemos, no es realmente necesario un negocio previo o poseer gran experiencia sobre el tema. Por supuesto esto sólo es posible si tenemos una idea realista.
Es muy posible que nos cueste probar las intenciones que tenemos puestas en el negocio. Una de las formas más claras de verlo es la que ya hemos mencionado anteriormente, cuando la previsión de gastos es superior a la previsión de ingresos. Y esto siempre va a ser más sencillo de ver sobre el papel que solamente en nuestra cabeza, claro está. Hay que tener presente que el porcentaje de empresas que fracasan durante los primeros cinco años de vida es extremadamente elevado.
Un negocio nuevo no es un éxito inmediato
Este es precisamente otro de los riesgos en el momento de distinguir si un hobby puede resultar ser un buen negocio o no. A pesar de que existen proyectos que tienen éxito casi de inmediato, esto no es algo que suela ocurrir por norma general. Para un emprendedor, los primeros años de negocio suelen ser una continua lucha por hacerse con su cuota de mercado correspondiente y encontrar la mejor forma de estabilizar su nueva empresa.
La muestra más clara de que nos encontramos ante un negocio y no un hobby, es cuando, pasados los primeros 5 años de vida del negocio, los últimos tres han producido más beneficios que pérdidas.
Para finalizar, si te estás planteando dar este paso, ten en cuenta las siguientes claves:
- Si eres bueno en lo que haces, vas por el buen camino.
- Trata de sacar la mayor rentabilidad posible.
- Lleva a cabo un plan de negocio que sea realista.
- Debes estar siempre dispuesto a asumir el riesgo de emprender.