Si ya de manera estructural el paro juvenil en España era elevado, los efectos de la pandemia están siendo muy acentuados en el desempleo juvenil.
A comienzos de año, el informe de Eurostat arrojaba un dato demoledor respecto a la situación del empleo joven en nuestro país. Mientras que la media del desempleo juvenil en el ámbito de la unión europea rondaba 17%, en España se rozaba el 40% en el mes de enero.
La cantidad de jóvenes que en España se encuentran en situación de buscar trabajo ha crecido de manera notable sobre una situación que ya venía siendo compleja.
Si comparamos la tasa de desempleo juvenil citada, rondando el 40%, con la tasa de desempleo de mayores de 50 años (en torno al 13%) vemos que, en efecto, el segundo rango de edad ha recuperado los valores de modo similar al estado pre pandemia, sin embargo, esto no ocurre en absoluto con el empleo juvenil. En el periodo comprendido entre marzo de 2020 y enero de 2021, se puede considerar que un 25% de los jóvenes empleados han perdido su trabajo.
Una situación compleja y soluciones difíciles
A comienzos del mes de marzo se presentaba un informe de Asempleo (la patronal de las agencias de colocación en nuestro país).
En este informe se hacía especial incidencia, entre otros datos, a la situación compleja de pérdida definitiva de empleo juvenil y no recuperación del estatus anterior a la pandemia. Los factores que según el informe incluían de manera notable en esta situación eran, en primer lugar, la temporalidad de los contratos que, por ejemplo, en el caso de los menores de 25 años afecta aproximadamente a un 67% de los empleados frente a un escaso 14% de los trabajadores mayores de 50 años.
Por otro lado, también es importante valorar que una buena parte del empleo juvenil se encuentra localizado en sectores que son algunos de los más afectados por la pandemia, fundamentalmente la hostelería, el comercio, etc., sectores en los que predomina el empleo juvenil frente al empleo de personas de más de 50 años.
No por alarmante, el dato es menos esperado, realmente se trata de un comportamiento similar al que hemos vivido en otras situaciones de crisis, tal y como recuerda el citado informe, en la crisis de 2008, de hecho, el porcentaje de pérdida de empleo juvenil fue muy superior, alcanzando casi al 60% del empleo joven existente en aquel momento.
Otros datos interesantes de este informe hacen referencia a las regiones con mayor destrucción de empleo en el año 2020 que fueron Canarias, Baleares y Cataluña, que, a la vez, son comunidades que cuentan con un mercado laboral más joven que la media del mercado laboral del país, lo cual obviamente tiene que ver con esas cifras de destrucción de empleo, toda cuenta de los datos revisados anteriormente.
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