Lo bueno (y lo malo) que nos ha traído en los últimos 20 años el manejo de Internet, es la comprensión de que, efectivamente, debemos tomarnos los axiomas, las máximas y las supuestas verdades absolutas sobre la red con relativa prudencia.
Podríamos ahora mismo enumerar decenas de cuestiones que apoyarían esta afirmación, pero no hace falta; el lector probablemente a bote pronto recuerde más de media docena.
Viene esto a cuento de uno de los debates más populares en lo relativo a la búsqueda de trabajo en los últimos tiempos, más concretamente en lo relativo a las cosas correctas incorrectas que podemos hacer cuando buscamos empleo, en debate sobre la huella en Internet.
Esto no es el apocalipsis
Es cierto, pero versiones podemos ver y leer sobre este tema en términos prácticamente apocalípticos, que vienen a decirnos que una huella negativa en Internet poco menos que acabará con nuestra reputación online (otro bello termino) y nos dificultará sobremanera cuestiones fundamentales como el acceso a un puesto de trabajo.
¿Pero cuanto de verdad hay en esto? Si partimos de la consideración de uso de Internet de lo que se entiende por usuario medio, es decir alguien que participa de manera activa en redes sociales, y que promedia un período activo en las redes diario, la huella en Internet, efectivamente, pudiera tener incidencias sobre cuestiones determinadas, en el caso de la búsqueda de trabajo también, es cierto, sin embargo magnificar esta cuestión es un peligro en sí mismo.
La mayoría de las búsquedas de posibles candidatos de trabajo en la red por parte de quienes ofrecen empleo, salvo cuestiones tremendamente específicas, tiene más que ver precisamente con la dinámica del usuario que con los propios contenidos, recuerden estamos hablando de un usuario medio con un uso medio de las redes, pongamos un ejemplo gráfico; a una empresa le va a importar su potencial actual con respecto al puesto de trabajo que va a desempeñar, le va a importar la pro actividad que usted muestre, le puede importar el grado de sociabilidad que determine su comportamiento las redes, pero le va a importar relativamente poco que con 16 años usted realizará una fiesta de cumpleaños en la cual cometió el desliz de fotografiarse, por ejemplo, vestido de Songoku.
¿No le damos importancia entonces?
Claro que le damos importancia, pero tratamos de dársela en su justa medida, obviamente todo lo que pueda afectar a nuestras capacidades profesionales, puede efectivamente tener un reflejo positivo o negativo en la búsqueda de empleo, sin embargo, no seamos apocalípticos, hace mucho tiempo que Internet ha dejado de considerarse un mundo aparte de la vida presencial, es en todo caso una prolongación de la misma en la que, eso sí, nuestro paso es más rastreable.
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