Evidentemente el proceso de buscar trabajo en los tiempos que corren quien busca debe plantearse dicho proceso como una suerte de carrera de fondo en la cual existen varias metas volantes que ya suponen en sí mismas un éxito tal y como la situación se encuentra.
El primero de los éxitos, la primera de estas metas volantes, ya la repasamos hace poco tiempo en este mismo espacio cuando hablábamos sobre la idoneidad o no de los currículum creativos; es decir la selección de nuestro currículum ya es una meta volante que nos lleva a la siguiente; la entrevista de trabajo.
- ¿Prestamos atención a nuestra presentación digital?
No nos dejemos engañar por los cantos de sirena que hablan de la importancia capital de las redes sociales a buscar trabajo (aunque obviamente tienen importancia) de lo decisivo que será el modelo de presentación de nuestro currículum (aunque obviamente resulta importante) y demás cuestiones, la entrevista de trabajo fue, es y será el momento capital en el que se decide la posibilidad de optar realmente al empleo al que hemos postulado o no hacerlo.
Las entrevistas de trabajo con el tiempo se han convertido realmente en un asunto complejo, y como tal hay que tratarlo y como tal hay que prepararlo. Del mismo modo que dedicamos mucho tiempo a pensar y repensar sobre el tipo de currículum que vamos a enviar, merece la pena una vez obtenida la entrevista de trabajo pensar y repensar nuestras respuestas ante una batería de preguntas (habitualmente de media entre 20 y 30) que van a repasar todos los aspectos que pueden incidir en nuestra futura vida laboral.
En este artículo queremos acercarnos a dos preguntas que prácticamente podríamos afirmar aparecerán con un enunciado u otro en cualquier entrevista de trabajo, y queremos centrarnos en ellas ya que a veces concedemos de más en la importancia a respuestas sobre la actitud, la formación o la disponibilidad, y nos olvidamos de que la experiencia laboral que podamos aportar, por mínima que sea, va a resultar también un indicador que el entrevistador tendrá muy en cuenta.
¿Cuál es el motivo de su salida de su anterior trabajo?
Como decimos con un enunciado u otro esta es una de esas preguntas a las que debemos prestar mucha atención en la respuesta, obviamente en este caso la mentira no va resultar un buen aliado, de hecho en un mundo tan tremendamente interrelacionado a través de las comunicaciones cualquier cosa que digamos puede ser contrastada, por lo tanto aquí conviene ser conciso pero sincero; haber sido despedido no es un impedimento, al menos en los tiempos actuales para pretende dotar un puesto de trabajo, sin embargo conviene tener preparada esta pregunta; no extenderse, reflejar la verdad, y a ser posible extraer alguna nota positiva del paso por esa experiencia laboral.
¿Cómo resultó la convivencia laboral en su anterior empleo con jefes y compañeros?
Aquí tenemos otra de las preguntas para arquetípicas, que saldrá en una entrevista de trabajo de una manera u otra, la respuesta esta pregunta también debe ser meditada, pero nunca, en ningún caso, incluso teniendo razón, se debe utilizar lenguaje grueso, malas referencias, las palabras, no resulta en absoluto atractivo el hecho de hablar mal de antiguos compañeros o jefes, y si la experiencia en conjunto es negativa y deseamos reseñarlo debiéramos hacerlo en todo caso desde la óptica de nuestra expectativa previa y el desarrollo posterior, nunca desde el punto de vista de las relaciones personales.
- El crecimiento del teletrabajo