Difusión a bajo costo

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Invertir en publicidad no está al alcance de cualquier empresa en estos momentos, ni para los organizadores de un evento, menos aún para un particular.  Por si esto fuera poco hay una sobreexposición publicitaria en todos los órdenes que ni siquiera asegura que una campaña muy cara sea efectiva.

A favor de la publicidad está  que los límites sobre el qué y el cómo no existen. De esta forma es posible hacer promociones  efectivas con poca inversión pero con mucha creatividad.

– Lo primero son tarjetas pequeñas, con algun diseño colorido que llame la atención. Las tarjetas se pueden hacer masivamente y conviene dejarlas a nivel local. Es decir por todos los lugares “comunes” que, geográficamente rodeen al producto o servicio. Dentistas, verdulerias, lavaderos de autos, rotiserias.

Se toma un mapa del barrio o las 20 manzanas alrededor y sistemáticamente se dejan tarjetas en cada local. Sistemáticamente se refiere a tomar una manzana e ir local por local sin saltear ninguno. Si es un equipo de personas se dividen las cuadrículas.

Calcomanias. Es un recurso barato y perdurable, muy visto si se sabe donde ponerlo. Hay lugares muy comúnes y muy públicos: los transportes (al lado del timbre por ejemplo) y los baños de los bares, discos, fiestas.

Para esto la mejor técnica es tener siempre algunas en un bolsillo  para habituarse a dejarlas en lugares públicos muy solicitados y acostumbrar la vista a detenerse en “que vemos cuando no estamos mirando nada”. Dónde se nos queda fija la vista, y aprovechar ese punto.

Trabajar en conjunto, hacer canjes. Por ejemplo con los repartidores de diarios, o de cualquier otro artículo. Se puede incluir el logo en los volantes a cambio de la repartición de las publicidades dentro de los diarios o revistas que se entregan los domingos. 

Carteleras. Hay que ser muy puntual en cuanto al receptor que se busca. No es necesario que llegue a mucha gente sino a poca, pero la adecuada.

En ese caso se hace un a búsqueda exhaustiva de quienes pueden ser lo que requieran mis servicios (tengo una camioneta para hacer fletes, las salas de ensayo pueden ser un lugar que use de mis servicios para transportar instrumentos de bandas; las productoras que necesitan transportar mucha gente cuando hacen exteriores; las universidades que tengan carreras de cine y television transportan equipos de aqui para allá de forma constante)

Se entregan tarjetas en las carteleras, en las cafeterias, en las recepciones, en los baños, etc.

 Lo importante es tomar uno de estos caminos y llevarlo a cabo hasta el final. No sirve de nada dejar tarjetas en tres locales, pegar adhesivos en dos bancos de plaza y poner volantes en tres universidades que no tienen nada que ver la una con la otra.

La clave está en la constancia en el tiempo, no esperar resultados milagrosos y comprender que es un proceso que requiere de sistematización.

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