Según el tipo de trabajo que estés buscando y dependiendo del momento laboral en el que te encuentres, son muchas las opciones que puedes elegir para diferenciarte de los demás. Tu CV debe estar elaborado de manera específica, teniendo en cuenta el trabajo al que aspires.
Tiene que ser perfecto en redacción y presentación. Además según el tipo de empresa podemos recurrir a videocurrículums o una web personal para ser más creativos. Muchas veces la originalidad es clave para lograr un puesto de trabajo, y que te conozcan de la manera más natural posible.
Cuando un puesto de trabajo tiene mucha demanda ,(en los tiempos que corren todos la tienen), lo único que podemos hacer es destacar. Lo ideal es hacer trabajos independientemente de la remuneración, asistir a cursos, voluntariado, iniciar un blog o buscar prácticas para tener experiencia. Cuántas más actividades y experiencias tengas, mayor peso tendrá tu currículum.
Las redes sociales son imprescindibles a la hora de tener contactos y poder acceder a más ofertas de trabajo. Las ofertas de empleo y los anuncios en webs suponen sólamente el 20% de las ofertas de trabajo. Twitter o Linkedin , anunciones de prensa o bolsas de trabajo aportan el 80% restante.
Los idiomas son muy importante. Muchos procesos de selección, eliminan en la primera “ronda” a todos aquellos que no dominan el inglés. Economía, ADE o telecomunicaciones con las carreras que más ofertas reciben y en las que se necesita saber idiomas.
Algo que también debes tener en cuenta es tu dirección de e-mail, ya que puede ser un reflejo de la personalidad. Crear una nueva que no sea la que tenías con 15 años. Incluye datos básicos sobre tí: nombre y apellidos, dónde vives, teléfono, etc. No incluyas detalles sobre tu vida personal.
No mientas en el currículum con habilidades que no tienes, con los idiomas (pues es muy fácil que te pillen) y tampoco con las referencias. Aunque se crea que no, son muchas las veces que contactan con la empresa anterior para pedir referencias personalmente.
Las calificaciones son importante para tu primer empleo, pero a partir de ahí la cualificación, organización y capacidad para tomar decisiones, así como la experiencia y todo lo aprendido tiene una mayor importancia.
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