En un proceso de selección a buscar trabajo resulta muy importante un buen posicionamiento como candidato. El posicionamiento como candidato no depende sólo de factores a los que habitualmente prestamos atención, hay otros factores que parecen menos relevantes pero que son igual de importantes.
Obviamente, la capacitación, la formación, la experiencia son elementos que van a ayudar en tu posicionamiento en un proceso de selección. Pero, en la fase previa a las entrevistas de trabajo, o incluso tras las primeras entrevistas, hay una serie de detalles que deberías descuidar de manera especial. Repasamos varios de ellos.
Marca personal: elemento importante
Hoy en día difícilmente vamos a entender una buena marca personal sin una buena huella en Internet. Esto significa no sólo mantener al día nuestros perfiles en redes sociales de búsqueda de empleo, donde es muy importante una presencia activa, sino también mantener una huella positiva en el resto de redes sociales y comportamiento general en Internet.
No tiene mucho sentido mantener cuentas personales en redes sociales en las que se manden mensajes contradictorios o que puedan chocar contra la imagen de marca personal que pretendemos defender. Del mismo modo, tampoco se entienden cuentas de correo electrónico con nombres raros, sarcásticos o que resulten bromas personales.
Ten en cuenta que las redes sociales y tu presencia en ellas va a ser con mucha probabilidad comprobada y consultada, por tanto, va a afectar mucho a la imagen general que ofreces y sobre todo a la marca personal que has vendido en tu currículum.
Aprovechar las herramientas de internet
Hoy en día, a pesar de mantener la tradición de entrega de currículum a través de correo postal o incluso en mano, cada vez es más frecuente el envío de este tipo de información a través de un correo electrónico, algo más rápido, más directo, y por supuesto mucho más eficaz ya que nos permite un número mayor de envíos con mayor rapidez.
Sin embargo, como decíamos, no siempre utilizamos bien este medio de contacto que, además, en muchos casos va a ser el primero en conectar con los posibles empleadores.
En primer lugar, como ya indicábamos en el apartado de la marca personal, debemos evitar direcciones de correo electrónico complejas, inadecuadas o fuera del lugar. Si los dominios personales estuvieran ya registrados conviene buscar opciones relativas a nuestras iniciales o similar. En cualquier caso, generar una dirección de correo electrónico sobria y correcta.
El currículum no debe enviarse a ser posible en archivos Word o similares. Probablemente el formato más adecuado sea el PDF, hoy en día hay programas y herramientas más que abundantes para convertir un documento en un archivo PDF. El archivo PDF lo que va a permitir es respetar el formato del currículum tal y como lo has creado, y además, genera una imagen mucho más positiva que otro tipo de archivos.
El correo electrónico con tu solicitud de empleo debe incluir necesariamente un saludo, una presentación breve y una despedida. No se trata de contar el contenido del currículum en estos tres espacios, al contrario, en la medida de lo posible se trata de mostrar que conocemos el destinatario del correo electrónico, y en dos frases resumir nuestra valía para los puestos ofertados y nuestro interés en los mismos. Algo que deberá corroborarse en el contenido del currículum.
Mostrar tu conocimiento de la empresa
Resulta interesante tratar de dirigirnos en la medida de lo posible de manera directa a las propias empresas sin utilizar intermediarios. Esto sobre todo recomendable en aquellos campos laborales en los que realmente nuestras competencias son elevadas.
Tanto en el caso de empresas de nuestro sector productivo que ya demandan trabajadores, como en aquellas que puedan demandarlos en el futuro, conviene investigar sobre su funcionamiento, estructura, y todos los datos que puedas recabar. De hecho, cuanto más personalices el envío de tu solicitud de empleo mejor.
A la hora de rellenar el campo asunto del e-mail hay que tener mucho cuidado. Si sabemos que respondemos a una demanda de empleo nuestro asunto debe relacionarse directamente con dicha demanda, mientras que si nos postulamos ante una empresa que no está en proceso de búsqueda aun el tipo de asunto debe ser diferente, más orientado al futuro o a la posibilidad de ocupar una plaza laboral.
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