Una parte básica del proceso de búsqueda de empleo es la entrevista de trabajo. Se trata de un momento delicado en el que el candidato va a dirimir realmente buena parte de sus posibilidades de acceso al puesto por lo que merece una preparación previa notable. Resulta curioso el hecho de que mientras por un lado asumimos la importancia de las candidaturas en su formato de curriculum, las entrevistas suelen prepararse menos, confiando en una suerte de esquema tipo de entrevista para todo. Sin embargo, ni todas las entrevistas son iguales ni todos los entrevistadores buscan lo mismo.
Partiendo de una serie de elementos comunes a todos los procesos de selección, el entrevistado debe tratar cada una de sus entrevistas de trabajo de manera personalizada y prepararlas en exclusiva, algo que no siempre hacemos y que resulta muy recomendable.
Como primera recomendación, ya lo hemos indicado antes, debemos procurar tratar cada entrevista de trabajo de manera personalizada, realmente es como un mejor vamos a poder afrontar estos trámites.
En este sentido cuantos más datos e información podamos recabar de la empresa para la que el reclutador solicita la entrevista mejor, en ocasiones no será fácil, pero es una tarea que el candidato debe tomarse muy a pecho, ya que le va a permitir construir una entrevista alrededor de la realidad, y, como poco, le permitirá tener datos sobre el sector, la relevancia de la empresa, e incluso sobre el propio perfil del puesto de trabajo al que aspira.
Empleo y juegos de azar: los dos cebos de las ciberestafas
Existen decenas de consejos relativos a cómo comportarse en una entrevista de trabajo, probablemente de todos se pueden extraer ideas, sin embargo, y además de cuestiones que se dan por asumidas como por ejemplo acudir a una entrevista sobre un trabajo para el que realmente estamos preparados, una cuestión básica es la actitud.
Aquí van cuatro consejos elementales sobre la actitud en una entrevista de trabajo:
- Cuida tu imagen pero no hagas una caricatura de ti mismo: vas a una entrevista de trabajo no a una boda. Esto que puede parecer ridículo seguro que a cada lector le ha traído una imagen mental de sí mismo o de algún conocido ante una entrevista de trabajo. Es evidente que la buena imagen, incluyendo el vestuario, es un elemento positivo ante un reclutador, sin embargo hay una frontera un tanto difusa muchas veces entre lo que se considera buena imagen o no. En general una buena idea puede ser acudir con una imagen similar a la que acudiremos a nuestro puesto de trabajo si éste requiere de una imagen determinada, y, si no es así, a una imagen correcta pero que nos resulte familiar; si nunca utilizamos traje no utilicemos traje.
- Manejar la comunicación verbal de manera correcta. Éste es otro de los problemas graves de actitud en las entrevistas de trabajo. Puede ser por defecto, en la que el candidato se limita a respuestas muy cortas del entrevistador o por defecto en la que el candidato se explaya en respuestas excesivas. Ambas opciones no son desde luego las mejores. Procura mantener un tono de comunicación cercano y respetuoso, que no sea monótono pero tampoco en exceso dinámico (a no ser que el trabajo reclame eso). Debes tener en cuenta que el entrevistador no tiene todo el tiempo del mundo pero está allí para escuchar respuestas, responde de manera elaborada cuando la pregunta lo requiera o de manera breve cuando sea oportuno. Por supuesto no utilices interjecciones o expresiones fuera de lugar.
- Del mismo modo es importante la comunicación no verbal. Un error habitual es pensar que la comunicación no verbal no se puede practicar y es algo innato, esto es mentira. De la misma manera que somos capaces de preparar nuestro discurso o incluso anticipar determinadas respuestas somos perfectamente capaces de preparar nuestra comunicación no verbal al menos en sus trazos gruesos. Cuestiones como la manera de sentarse, donde colocaremos los manos, cómo saludamos… pueden y derechos deben ser también una parte de muy importante de la entrevista.
- Debemos tener mucho cuidado con los nervios y la ansiedad. Este es un gran enemigo de las entrevistas de trabajo por dos motivos, por un lado si la ansiedad es previa el punto de entrada a la entrevista de trabajo puede coincidir con un bajón serio de la persona que, al enfrentarse al objeto de su ansiedad anterior reduce en mucho sus capacidades de relación, mientras que por otro lado también la ansiedad durante la entrevista puede llevarnos a exceso de impostura, obtuvo contrario exceso de timidez. La mejor recomendación ya le hemos dado varias veces; preparar la entrevista previamente, incluso, si es necesario, ensayar la entrevista a modo de juego de rol con alguien que nos pueda ayudar. Esto va a quitar en gran medida la sensación de enfrentarse a algo desconocido y nos va a aportar mucha seguridad.
También te pueden interesar éstos artículos
En éste post te mostramos que hacer cuando nos vence el desánimo a la hora de buscar trabajo y en éste otro te mostramos buscar trabajo y sobrecualificación
Google+