Si te estás preparado para hacer tu primer currículum es probable que haya dos elementos fundamentales a tener en cuenta, la falta de experiencia profesional y enfrentarte al mercado laboral por primera vez.
Confeccionar un currículum sin tener experiencia profesional previa puede ser un problema efectivamente, pero, tampoco es un problema definitivo. Es cierto que la falta de experiencia profesional cierra parte de las puertas de acceso al mercado laboral, pero, no es menos cierto que el mercado laboral necesita y demanda personas sin experiencia profesional o puestos de trabajo en los que la experiencia anterior no es tan relevante.
Cuando esto ocurre entran en juego otros elementos que deben siempre estar muy presentes en tu currículum. Buscar trabajo por primera vez es algo que todas las personas hemos hecho y por tanto es una fase natural de tu carrera profesional, hay que entender esto ya que no podemos tratar nuestro primer currículum del mismo modo que si ya tuviéramos un bagaje previo de experiencia profesional.
El primer curriculum
A lo largo del artículo iremos repasando diferentes aspectos importantes y a tener en cuenta a la hora de redactar el primer currículum.
Para empezar es bueno tener claro que debemos suplir la experiencia profesional con otros valores. Ten en cuenta que desprecie profesional siempre es un factor relevante para destacar en tu currículum, y, por extensión para diferenciarse de otros candidatos. En este caso, cuando no contamos con experiencia profesional, la batalla de competir por un puesto de trabajo que requiere de dicha experiencia la tenemos casi perdida de antemano. Sin embargo, cuando buscamos trabajo dentro de esa parte de oferta que no concede tanta importancia a la experiencia profesional, también debemos destacarnos del resto de candidatos.
Obviamente la herramienta más útil para destacar nuestra candidatura sobre otras tiene que ver con las habilidades que poseemos, pero sobre todo en este caso con la formación que podamos presentar.
Por tanto, como punto de partida, el primer currículum siempre debe reflejar la potencia de nuestra formación y a la vez, ser capaz de transmitir nuestras capacidades y aptitudes para el aprendizaje y la mejora.
En definitiva el éxito se encuentra en saber crear tu primer currículum reflejando por un lado lo idóneo de tu candidatura por la formación que posees, y sumando las habilidades y aptitudes que posees respecto al puesto de trabajo, para culminar con la actitud que muestras cara al futuro empleo.
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Formación versus experiencia profesional
Las ofertas de empleo sin experiencia profesional previa son pocas dentro del mercado laboral. Esto es una certeza que hay que tener en cuenta para saber dónde nos movemos. Por otro lado es cierto que a lo anterior hay que sumar otra parte de la oferta de empleo en la que aún pudiendo contar con un valor añadido la experiencia profesional esta puede no ser determinante por lo que un currículum con una buena formación y unas buenas características personales puede batir incluso a otro con experiencia previa.
Es decir, aunque es más complejo encontrar trabajo cuando no se tiene experiencia profesional, no es imposible y desde luego es una obligación por nuestra parte elaborar un currículum adecuado a la realidad que representamos frente al mercado laboral.
En primer lugar en este enfrentamiento entre experiencia profesional y formación hay que decir que el enfrentamiento no es tal. De hecho, los reclutadores, aunque valorar la experiencia profesional y en muchos casos resulta imprescindible, valoran también profundamente la formación y las titulaciones obtenidas por los candidatos. Esto ocurre en cualquier tipo de oferta de empleo.
En el caso que nos ocupa, en el primer currículum, la experiencia académica, los títulos y nuestra formación son básicos. Son de hecho los elementos que deberíamos resaltar en nuestro currículum, prestando atención a la excelencia que hayamos podido generar durante nuestro proceso de formación, incluyendo los promedios altos en las calificaciones, o los posibles premios que hayamos recibido.
Además de la formación reglada, también será importante la presencia de toda aquella formación complementaria que hayamos realizado. Desde cursos hasta master, seminarios, o cualquier tipo de actividad formativa que representen no sólo la mejora de nuestras capacidades sino también una muestra de carácter orientado al aprendizaje y la mejora constante. De todos modos esta formación complementaria debe figurar siempre aparte de la formación original por la que justificas tu candidatura profesional, digamos que es un valor añadido a sumar al conjunto de tu formación.
Como verás más adelante no debes regodearse en largas explicaciones. El primer currículum igual que los futuros currículum debe ser conciso, claro y muy explicativo sin caer en la repetición, los textos largos y farragosos y la sobre abundancia de descripciones. Así que, describe tu formación, cita fechas y lugares, títulos, logros y todo aquello que consideres debes resaltar de la formación recibida, hazlo de manera sintética y clara.
Capacidades y aptitudes otros elementos básicos en el primer curriculum
Como ya sabes que existen muchos tipos y modelos de currículum diferentes, realmente puedes aprovechar la mayoría de ellos a la hora de realizar tu primer currículum pero probablemente el más adecuado es el que se denomina currículum funcional.
El currículum funcional se orienta a destacar las habilidades, aptitudes y capacidades de un candidato a la hora de desarrollar una actividad profesional. Esto es exactamente lo que buscamos, fíjate que no se orienta sólo a su experiencia profesional (aunque obviamente está también cuenta en un currículum funcional.
Una vez que ya hemos definido de manera clara nuestra formación deberíamos dedicar una parte importante de la relación del currículum a destacar nuestras habilidades, aptitudes y capacidades.
Todo esto se puede reflejar desde el propio apartado de perfil del currículum, ya que, este apartado permite ofrecer de manera clara y concisa una batería de argumentos en los que defendamos la idoneidad de nuestra candidatura ante un empleo, mostrando asimismo las cualidades que consideramos poseer para ello. En este apartado suelen ser interesantes y valorables elementos como la creatividad, la capacidad de aprendizaje y adaptación, los recursos para trabajar en equipo, la flexibilidad, la proactividad…
Recuerda que no se trata de escribir una biografía sino demostrar a quien le tu currículum de manera rápida todos esos valores y actitudes que posees, por ello debes poner de nuevo en juego tu capacidad de síntesis para elaborar un texto comprensible, visual y de fácil comprensión. Recuerda que la media de lectura de un currículum en una primera toma de contacto es bajísima, difícilmente supera el minuto, ese es el tiempo máximo que tienes para qué tu currículum destaque en manos de un reclutador generalmente en una primera lectura.
Una cuestión importante es qué hacer con el apartado de experiencia profesional de un currículum funcional cuando ésta no se tiene. Existen algunas tendencias que dicen que lo mejor es dejarlo en blanco o incluso indicar que no se posee experiencia previa. Sin embargo, parece mucho más interesante, si podemos recurrir a ello, consignar todas aquellas experiencias previas en actividades que, sin ser profesionales, pueden considerarse como muestra de las capacidades y aptitudes que hemos citado anteriormente.
Por ejemplo, si hemos realizado voluntariado, participado en trabajos comunitarios, en equipos deportivos, en proyectos de investigación, en trabajos temporales aunque estos sean por corto periodo de tiempo o parciales… Todo esto debe ser reflejado ya que corrobora lo que hemos declarado anteriormente respecto a nuestras capacidades.
Busca elementos que te diferencien
Otra cuestión importante cuando realizas tu primer currículum es buscar elementos diferenciadores con otras candidaturas. Esto, que siempre es importante, puede adquirir más valor en el caso de currículum sin experiencia profesional.
De hecho, deberíamos siempre tratar la juventud y el dinamismo con un valor en sí, más que como un inconveniente. Y destacar a partir de aquí algunos elementos diferenciadores como por ejemplo una mayor flexibilidad y movilidad geográfica así como una mayor adaptación a posibles condiciones laborales complejas, por ejemplo horarios o turnos, que pueden ser más fáciles de ser asumidos por no tiene ataduras familiares.
Destacar estos elementos también es una buena idea en tu primer currículum ya que, como venimos insistiendo durante todo el artículo, de lo que se trata es de potenciar las virtudes frente a la carencia de experiencia profesional.
Cinco consejos básicos para el primer curriculum
Además de todo lo anterior o como complemento, hay una serie de consejos que debería siempre tener en cuenta cuando vayas a redactar tu primer currículum.
- Procura tener toda la información posible sobre la empresa a la que vas a enviar el currículum, si es posible, infórmate también sobre el puesto de trabajo en oferta, y las habilidades y competencias que más se valoran en esa empresa.
- No tengas exceso de ambición, debes tratar de ser lo más realista posible, la ambición está bien pero no ser realista con posibilidades puede llevarte a la frustración. Si no cumples las demandas básicas de la oferta de empleo es mejor que pierdas el tiempo buscando ofertas más ajustados a su realidad.
- Estás redactando un currículum, se conciso, claro y proporciona sólo información verdaderamente relevante. Debes tratar de organizar el currículum de manera lógica y ordenada para que el reclutador pueda acceder a la información rápido y sin problemas.
- La presentación en un currículum es importante siempre. Si utilizas una plantilla procura ceñirte a ella, no trates de impresionar con diseños barrocos, utiliza un buen papel y por supuesto no permitas manchas, emborronamientos o fallos de ortografía.
Mucho se discute sobre la carta de presentación, sin embargo, una carta de presentación bien redactada puede generar interés en el reclutador y ayudar a destacar tu candidatura. Sin embargo, un grave error es reproducir en la carta de presentación la misma información que el currículum. Esto es un error. La mejor manera es combinar la información y orientar la carta a presentar lo idóneo de tu candidatura.
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