Cambiar de trabajo para mejorar es una aspiración legítima para cualquier trabajador. Sin embargo, antes de hacerlo hay una serie de preguntas que debemos ser capaces de responder para estar seguros de elegir la mejor opción posible para nuestros intereses.
Antes incluso de comenzar a retocar tu curriculum vitae o buscar opciones (si no las tienes ya) o incluso embarcarse en procesos de selección es necesario tener claro que al buscar trabajo de nuevo deberíamos ser capaces de responder a una serie de reflexiones totalmente necesarias.
Y esto es así porque no en todas las ocasiones valoramos de manera justa y adecuada para nuestros intereses laborales lo que tenemos por lo que podemos tener. Cuando el cambio es evidentemente para bien deberemos poner todo nuestro empeño en ello, pero, siempre conscientes de las dificultades que puede acarrear este tránsito.
En primer lugar debemos responder a una pregunta simple:
¿Por qué dejo mi trabajo actual y busco otro?
La respuesta más habitual es porque buscamos mejoras en el salario, pero, hay que tener en cuenta que para muchas personas la relación ingresos/calidad de vida no es la misma. Hay personas que prefieren tener menos dinero pervivir más tranquilas y otras personas a las que les compensa la presión laboral a cambio de más salario.
Debes definir el tipo de persona que eres ante el trabajo y luego tratar de definir por qué sientes la necesidad de abandonar el empleo actual. La falta de posibilidades de promoción en la empresa, o las habilidades profesionales desaprovechadas son dos motivos sólidos para justificar un cambio de trabajo, en algunos casos incluso por encima del propio salario.
Tener en cuenta, además, que muy probablemente en tu próxima entrevista de trabajo vayan a preguntarte precisamente el motivo por el que quieres cambiar de empleo o por el que has abandonado tu antiguo trabajo. Es por tanto básico que sepa responder y responderte esta cuestión.
Por otro lado no es una mala idea que antes de tomar decisiones concluyentes valores aquellas cosas positivas, si las hay, del trabajo actual. Valorar cuestiones como las relaciones personales y profesionales en el trabajo, el ambiente laboral, los beneficios sociales, el trato con los jefes… son cuestiones que no hacen modificaciones en el salario pero que sí afectan a nuestra calidad de vida.
¿Dudas sobre qué actitud tener en una entrevista de trabajo? aquí te las resolvemos.
La siguiente pregunta que debemos ser capaces de respondernos es doble:
¿Qué puedo ofrecer a mi futura empresa y qué es lo que yo quiero para mi futuro profesional?
Ambas cuestiones van de la mano ya que lo que yo desee para mi futuro profesional generalmente va a estar directamente ligado a lo que yo pueda ofrecer en cuanto a habilidades profesionales.
No se trata sólo de que hagas una lista con tus habilidades o aquellos adjetivos positivos que puedas colocar un desempeño profesional. Piensa que todo el mundo valora su labor y la adorna más o menos del mismo modo, de lo que se trata es de ser capaces realmente de distinguir aquellos elementos diferenciales que hemos podido aportar en el pasado y que pensamos que podemos aportar en el futuro empleo.
Es decir, el valor añadido a nuestras habilidades profesionales que podemos aportar. Esto puede ir desde cuestiones básicas como una buena red de contactos profesionales hasta cuestiones más complejas como el liderazgo en proyectos etcétera. Realmente se trata de definir lo que te diferencia del resto de aspirantes a un nuevo trabajo.
Obviamente encadenado a lo anterior, debes ser capaz de definir qué es lo que quieres obtener en tu futuro profesional. Tener objetivos es algo básico en una carrera profesional, puede ser que los objetivos de promoción los puedas llegar a encontrar en tu propia empresa y por tanto te resulte más cómodo no buscarlos fuera de manera inmediata. Pensar lo que realmente quieres, y valorar de lo que realmente eres capaz, es muy importante en este momento.
El enfoque debe contemplar las habilidades que ya tienes, pero, también aquellas que deseas mejorar o incluso las experiencias que deseas incorporar a tu carrera profesional. Si por ejemplo viajas mucho y deseas viajar menos no tiene sentido buscar un trabajo que pueda acabar obligándote a un volumen similar de viajes al que ya estás acostumbrado. Por supuesto también aquí entra en juego algo tan importante como las posibilidades de promoción. Saltar de una empresa a otra por un único escalón de promoción, si la segunda no ofrece más posibilidades a medio plazo, no siempre tiene que ser una buena idea. Esto va unido a lo que ya hemos comentado anteriormente, es decir, analizar las posibilidades reales de la empresa en la que estás desarrollando ahora mismo tu trabajo.
En este post encontrarás claves sobre las preguntas más habituales en las entrevistas de trabajo
Cuestiones variadas sobre las que debes reflexionar al cambiar de empleo
Las anteriores preguntas serían las más importantes pero las únicas.
Por supuesto debes valorar el tipo de salario que pretendes y la diferencia con respecto al que actualmente cobras. Cuando se habla de valorar el salario lo que realmente importa es hacer un ejercicio realista sobre nuestras capacidades y nuestras expectativas salariales. Por ejemplo, de poco sirve un cambio de empleo que suponga un gasto añadido (por ejemplo en viajes) que reduzca la diferencia con nuestro salario anterior.
Es importante valorar también la flexibilidad que más a mostrar respeto al tipo de empresa que buscas y a la localización del puesto de empleo que se puedan ofrecer. Obviamente no es lo mismo trabajar en una multinacional que en una pequeña empresa, ambas tienen puntos fuertes y puntos débiles a su favor. Del mismo modo la flexibilidad laboral que algunas empresas exigen puede obligarte a desplazamientos a los que no estés dispuesto. Por tanto son cuestiones importantes a tener en cuenta.
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