Los momentos de crisis dan lugar a increibles ideas y especialmente apelan a lo peor y a lo mejor de la gente. De esta manera surgieron interesantes proyectos de creación de puestos de trabajo, de cooperativas y grandes lazos entre diferentes profesionales.
Un caso: En plena crisis 18 mujeres comenzaron un proyecto textil, “La juanita” con tres máquinas de coser prestadas. Luego se capacitaron en cursos de la Universidad local, consiguieron un subsidio con el que compraron la primer máquina, conocieron al primer cliente y tras 3 años se toparon con Martin Churba, un diseñador de esos modernos de ropa de autor.
Churba unió el diseño con un proyecto de inserción laboral con el programa “Pongamos al trabajo de moda para siempre” y con la textil crearon guardapolvos.
Según sus dichos un delantal es la ropa más democrática porque la usan desde un niño en la escuela, un mecánico, un neurocirujano, un obrero metalúrgico o un chef. Dijo Churba en un programa de televisión: “Es un icono que simboliza el trabajo. El guardapolvo se usa en los talleres mas sofisticados, en los laboratorios mas tecnológicos y en los talleres mas rústicos y menos abastecidos.”
Estos guardapolvos se transformaron en objetos de diseño con diferentes estampados, desfilaron en los lugares más sofísticados de la indumentaria, y hasta exportaron a Japón.
Ahora gracias a un italiano exportan remeras, trabajan en red con otras 4 cooperativas y todo el proceso desde las cosecha del algodón para las prendas hasta el packaching final, da trabajo a mas de 800 familias.
“La Juanita” no se quedó sólo con la textil y se amplió a otros proyectos. Para estas navidades escuela de panadería hace pan dulce y esperan que la venta de 20 mil unidades (con diseños de Churba también) sirva para recaudar el dinero para construir su propia escuela primaria.
Un ejemplo, un camino, una posibilidad.
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