La pandemia por coronavirus ha traído consigo muchas consecuencias negativas para el país, pero también alguna que otra sorpresa para bien. El confinamiento empujó a las empresas a mantener puestos de trabajo de manera telemática, descubriendo que estos podían ser igual de eficientes desde sus hogares, y por tanto evitando ciertos costes tanto para el trabajador como para el empresario.
Es por esta razón que el Gobierno ha puesto en marcha la regulación del teletrabajo, aunque falta algún tiempo para poder verla entrar en vigor. De esta manera, lo que se propone por medio de esta nueva regulación es que el trabajo a distancia sea una opción totalmente viable para los trabajadores, que podrán volver a trabajar de manera presencial si así lo desean.
El funcionamiento del nuevo teletrabajo
A pesar de que se trata de un gran avance en el mercado laboral español, hay muchos agentes sociales que todavía no se han puesto de acuerdo para dar luz verde a la salida de esta regulación, por lo que tanto la patronal como los diversos sindicatos se reunirán con el objetivo de alcanzar un acuerdo. Uno de los temas que más controversia genera entre estos agentes, es si la normativa debe o puede aplicarse en un momento tan complicado como el que nos encontramos, en plena pandemia mundial.
Siguiendo con lo que propone la regulación de teletrabajo, nos encontramos con que un trabajador podrá escoger esta nueva normativa si demuestra ser capaz de realizar correctamente el 30% de su jornada semanal de manera completamente telemática durante un periodo de tres meses, lo que viene a suponer que el trabajador emplearía dos días semanales a trabajar desde su propio hogar.
Respecto a esto, es importante destacar que en un principio se exigía tan sólo la realización de un 20% del trabajo de manera telemática, dato que se modificó ante el desacuerdo de la patronal, por encima del descontento de los sindicatos ante el cambio.
Una vez finalice ese periodo en el que el trabajador realiza una parte de su empleo de forma telemática y demuestra estar capacitado, debe procederse a la firma de un acuerdo, para lo cual disponen de un plazo no superior a tres meses. Aunque el trabajador realizará su empleo desde su casa, no dejará de contar con el derecho de abono de gastos relacionados con el equipo de trabajo que necesita.
Como ya hemos mencionado, el mayor conflicto existente entre el gobierno, la patronal y los sindicatos, es el hecho de si debería aplicarse esta normativa a aquellas empresas que simplemente se han visto obligadas a realizar el teletrabajo a causa de la pandemia. Este tema debería poder solucionarse pronto, ya que no son pocas las empresas que se han visto en esta situación y opinan que no creen que tengan que abonar los costes sobre equipo y material de trabajo a sus empleados.
No obstante, la ley del teletrabajo busca romper con cualquier tipo de discriminación que pudiera existir entre empleados que trabajan de manera presencial y aquellos que deciden hacerlo de manera telemática, para que tanto unos como otros disfruten de los mismos derechos y beneficios.
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