Al finalizar los estudios y las formaciones en las que nos hemos implicado de lleno durante años, llega el momento de encontrar el primer empleo. Si de por sí ya es bastante complicado encontrarlo, en una situación como la que nos encontramos a causa de la pandemia por coronavirus, puede llegar a parecer una misión imposible del todo.
No obstante, lejos de caer en el fatalismo y la negatividad, lo que hay que hacer es adaptarse a estas nuevas circunstancias y tenerlas en cuenta para buscar nuestro primer empleo. Por ejemplo, lo ideal sería encontrar un puesto de trabajo relacionado con aquello para lo que nos hemos formado, pero si esto no se presenta posible en un primer momento, deberíamos aceptar un puesto de trabajo con el fin de acabar consiguiendo el que realmente queremos.
En ningún momento debemos desistir en nuestra búsqueda por buscar el empleo que realmente deseamos, si no puede ser a la primera, será después. Mientras no encontremos el trabajo adecuado, podemos realizar otros para añadir a nuestro currículum y demostrar que tenemos la actitud necesaria para trabajar.
La presentación del currículum
Se trata de un elemento vital para conseguir el puesto de trabajo que tanto deseamos. Cuanto mejor redactado se encuentre, más lograremos destacar frente al resto de aspirantes. De esta manera, debemos compensar la falta de experiencia laboral con todas las formaciones que hemos realizado, y por ende las capacidades y aptitudes que poseemos.
Tanto en el currículum como en la entrevista, la actitud que mostremos puede llegar a ser determinante en nuestra futura contratación. Por esta razón, es necesario dejar claro que estamos capacitados y que merecemos la contratación, sin que nuestras formas parezcan sobreactuadas o exageradas.
El tipo de currículum que escojamos para lanzarnos al mercado laboral realmente no es muy importante, ya que en cualquier caso, no vamos a disponer de una gran cantidad de información con la que rellenarlo. Aun así, el que mejor suele funcionar en estos primeros casos es el currículum funcional, por lo que hay que tenerlo en cuenta.
Buscar empleo dentro del propio entorno de formación
Una vez que tengamos el tema del currículum resuelto, debemos valorar si podemos buscar trabajo dentro del entorno en el que nos hemos formado. Por ejemplo, si hemos realizado las prácticas en una determinada empresa y han ido muy bien, quizás esta misma se encuentre interesada en contratarnos.
Para ello, no debemos dejarnos llevar por nuestras inseguridades, sino que tenemos que atrevernos a hablar con la persona que ha supervisado dichas prácticas y ver si sería posible concertar una entrevista de trabajo. Si nos dicen que no, tampoco es el fin del mundo, ya que al menos lo habremos intentado. Es necesario mostrar una buena actitud y disposición para desempeñar el empleo.
Hacer buen uso de las redes sociales
En un momento en el que las tecnologías son tan importantes en todos los aspectos de nuestra vida, el control y uso responsable de nuestras redes sociales es fundamental. Muchas empresas ya investigan a sus candidatos por medio de sus redes sociales, por lo que, si ven algo que les desagrada o les parece muy poco profesional, van a realizar descartes rápidamente.
Si consideramos que nuestros perfiles en redes no son del todo apropiados, entonces tendremos que realizar las modificaciones necesarias para mejorarlas y hacerlas mucho más atractivas de cara a las empresas. Hay que tener en cuenta que, aunque principalmente las utilizamos como una herramienta de comunicación, debemos comenzar a orientarlas también de cara a mejorar nuestro aspecto laboral, sobre todo teniendo en cuenta el tipo de ofertas de empleo que deseamos conseguir.
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