Si analizamos las habilidades y cualificación que hoy en día se solicita para prácticamente cualquier trabajo, veremos que estas son muy diferentes a las que se mantenían vigentes hace 30. En un futuro no tan lejano las habilidades solicitadas en los empleos más comunes también van a variar.
Sin duda el primer gran factor que va a influir al buscar trabajo en un futuro relativamente cercano tiene que ver con la evolución a todos los efectos que la digitalización ha traído consigo.
Las ofertas de trabajo cada vez tienen más en cuenta cuestiones relacionadas con la renovación de competencias que ha supuesto aprender a relacionarse en un entorno cada vez más digital, curiosamente, esto no afecta solamente a aquellos sectores productivos en los que parecieron más o menos justificado como el tecnológico o el industrial, sino que alcanza realmente a todos los planos de producción y todos los sectores laborales.
Lo que el nuevo panorama global trae a la demanda de habilidades profesionales
si echamos un vistazo a la actualidad, en lo que al mundo laboral se refiere, vemos como cada vez tiene más importancia todo aquello que se relacione con las nuevas tecnologías. De hecho, cada vez se da por más aceptado que en un plazo no excesivamente largo del tiempo, la influencia y el impacto que en cualquier sector productivo van a tener cuestiones como la realidad virtual, la inteligencia artificial y la digitalización, va a ser enorme.
Esta influencia va a venir por dos caminos diferentes pero en paralelo. Por un lado en una modificación muy importante de la oferta de trabajo que se verá reducida en algunos tipos de empleo hoy en día comunes y sin embargo aumentará en otros menos comunes en la actualidad, no olvidemos que en muchos sectores productivos la tecnología está supliendo determinados puestos de trabajo que a su vez se generan en la elaboración de dicha tecnología (aunque en menor proporción).
Por otro lado, y con mayor importancia y presencia, las exigencias de un nuevo mercado laboral van a obligar al proceso de reciclaje de una enorme cantidad de trabajadores, incluso aquellos que ya han nacido bajo la impronta de Internet ya que los cambios se está produciendo de manera auténticamente vertiginosa y así va a ser también en lo que a los nuevos empleos se refiere.
El estudio The skills revolution. Digitization and why skills and talent matter, ManpowerGroup, que se presentó en su momento en el Foro Económico Mundial de Davos no dejaba lugar a muchas dudas al respecto.
Este informe, que contaba con la opinión de cerca de 20.000 empleadores de más de 43 países y seis sectores productivos distintos, arroja datos que merecen ser tenidos en cuenta ya que se apunta en una misma dirección, y no es muy agradable para las competencias y habilidades de la media de los trabajadores en la actualidad.
Uno de los primeros datos relevantes es como la estimación de las tareas laborales o bien realizadas por personas que serán sustituidas por máquinas alcanza a más del 45% del parque laboral en la actualidad. Es decir, casi la mitad de los empleos que actualmente se realizan por personas serán sustituidos por máquinas o por la aplicación de las nuevas tecnologías a través, por ejemplo, de los denominados bots.
Por tanto, atendiendo a este tipo de datos, queda claro que las habilidades y el talento va a resultar determinantes más aún si cabe en el futuro que en la actualidad. Lógicamente la evolución del mercado laboral es pareja en la historia a la evolución de los avances tecnológicos, sin embargo, nunca en la historia se ha vivido un período de avances tan rápido en el que una década puede perfectamente cambiar el panorama laboral de la anterior.
Por tanto se impone sin duda estar preparados para una situación para la que, en principio, pudiera parecer no lo estamos tanto a nivel global.
Sin embargo, si atendemos al citado estudio, veremos como una gran parte de los participantes en el informe, concretamente el 83%, creen que van a mantener o incluso incrementar sus plantillas en los próximos años. Esta implementación de las plantillas no está reñida con el otro dato en el que se aseveraba la reducción de puestos de trabajo en favor de la tecnología, ya que de lo que se habla es de la creación de nuevos modelos de empleo. Dentro de esta creencia extendida lo que prima es el convencimiento de la necesidad de la formación y mejora de las competencias y habilidades de los trabajadores como parte esencial.
En general, aunque existe una corriente que los empleos destruidos no se crearán en otros formatos, lo cierto es que un análisis más o menos sereno de hacia dónde está caminando el mercado laboral y los mercados productivos, hace pensar en positivo en la creación de nuevos modelos de empresa.
Las nuevas áreas laborales
Dentro de los nuevos escenarios laborales tanto de aquellas personas que se dedican al sector tecnológico como quienes desempeñen sus labores profesionales cada al público son los más halagüeños ya que son estos ámbitos de producción donde se puede ver un gran aumento de la oferta de empleo, algo que ya se está viendo poco a poco en la última década.
Dentro del sector industrial, como ya podemos comprobar como todo tipo de industrias independientemente de su localización geográfica, demandan cada vez en mayor medida puestos como el de analista de datos, este puesto por ejemplo, creciente en cuanto a la demanda por parte de las empresas, para resultar clave a la hora de ser capaz de analizar el big data y ser capaz de extraer conclusiones de dichos análisis. Otra prueba importante de hacia donde se dirigen las nuevas áreas de crecimiento laboral la encontramos en el aumento progresivo de demanda de expertos en ventas que sean capaces además de digitalizar las propias ofertas de las compañías.
Sin duda otro nicho de crecimiento del empleo es el de los recursos humanos donde, cada vez en mayor medida, estamos encontrando una oferta creciente.
En general el crecimiento de las ofertas de empleo tecnológico va a correr parejo con la ocupación de la tecnología de las tareas mecánicas y rutinarias, y serán estas las que dejaran de ser realizadas por personas siendo sustituidos por máquinas. En este sentido los profesionales deben ser capaces de potenciar aquellas cualidades que nos hacen insustituibles, es decir, mientras no se demuestre lo contrario la combinación entre inteligencia emocional, creatividad, agilidad mental y capacidad de respuesta emocional va a ser difícilmente igualada al menos en un plazo corto de tiempo por la tecnología. Estas serían sin duda las habilidades clave a sumar tanto a la formación académica como a las habilidades tradicionales que, desde luego, van a seguir siendo importantes.