Según un estudio elaborado por la Fundación Conocimiento y Desarrollo, uno de cada tres universitarios pertenece a una familia con bajo nivel de estudios. El estudio afirma que por cada euro invertido en la universidad, esta devuelve a la sociedad 1,63 euros; un 63% más. Pero el hecho más contundente es que las personas con formación universitaria tienen una tasa de paro un 40% menor a la media nacional y que pueden llegar a ganar un 60% más que el resto de los trabajadores.
La proporción de adultos con carrera universitaria en España es un 5% mayor a la media de la Unión Europea, y además, España es el noveno país europeo con más publicaciones científicas.
Pero la universidad española también tiene sus problemas: de media, solo el 1,7% de los alumnos proviene del extranjero, en comparación al 6,5% de la media europea. Por su parte, las investigaciones hechas en las universidades tienen muy poco impacto, hay un exceso de titulaciones y un deficiente sistema de rendición de cuentas.
Para mejorar la excelencia de nuestras universidades, el informe sugiere seguir unas recomendaciones como por ejemplo captar inversiones privadas y que no haya que financiarlo todo con dinero público. También recomienda que se amplíe la autonomía de las universidades a la hora de decidir la oferta de titulaciones o la contratación de profesores e investigadores.
El informe destaca que España es uno de los países con mayor gasto en universidad, habiendo incrementado un 38% el gasto por alumno en el periodo 2000-2008.
Mejorar la formación
Más allá de sus claro-oscuros, queda claro que el tener formación universitaria aumenta las opciones de encontrar trabajo y de que ese trabajo esté bien pagado. Por ello, es de vital importancia formarnos debidamente, y no solo durante la juventud, sino durante toda la vida. Cualquier momento es bueno para reengancharse a los estudios si es que se han dejado abandonados, porque aunque requiera mucha fuerza de voluntad el sentarse delante de los libros, es el pasaporte para un futuro mejor.
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