En estos últimos años son infinidad de las reflexiones realizadas sobre los elementos que han influido de manera directa en una situación como la actual en la que la tasa de desempleo en nuestro país es sin duda enorme y la búsqueda de trabajo se ha convertido en una tarea ciertamente complicada para millones de nuestros conciudadanos.
No es cuestión en este caso de repetir todos esos análisis y reflexiones que sin duda al lector ya le habrán llegado desde los más diversos medios de comunicación sin embargo, y desde la perspectiva de algo que se ha convertido tan cotidiano como buscar trabajo, nunca viene mal repasar algunos datos y algunas cuestiones que desde luego nos pueden ayudar a entender algo mejor lo ocurrido en el pasado inmediato con la esperanza de no repetir en el futuro los mismos errores.
Y desde luego cuando el trabajo se convierte en un bien escaso, como ocurre actualmente, no podemos evitar fijarnos en aquellos lugares de nuestro país donde el desempleo no ha tenido la misma incidencia en el conjunto de la nación, lugares en los que incluso las tasas de desempleo se sitúan por debajo de las de los países con mejores datos en este sentido, algo que probablemente si no fueran datos contrastados nos costaría creer.
Aunque los pasados meses de octubre y noviembre han modificado ligeramente el panorama, lo cierto es que la encuesta de población activa publicada en el mes de septiembre venía a indicarnos que en contraposición a una media de tasa de paro que por entonces aún no alcanzaba el 25% y se situaban el 24,6%, existían al menos 5 provincias en nuestro país que se situaban con tasas de desempleo por debajo del 12%, y en el caso de Gipuzkoa por debajo del 10% con una tasa de desempleo del 8,95%.
Como vemos tasa de desempleo ciertamente alejadas de la media verdaderamente dramática que nuestro país presenta y, que en algunos casos, supera ampliamente esa media en torno al 25% para alzarse por encima del 32% y 33%.
Pero ¿cómo se alcanzan esas diferencias tan sustanciales? lo cierto es que no parece haber una explicación única, sin embargo, si un nexo común; provincias no tan extensamente pobladas como otras, con amplias regiones rurales o zonas industriales repartidas y no concentradas en torno a las grandes ciudades, en definitiva, lugares donde tanto el boom inmobiliario como el desenfreno crediticio parecen haber tenido en principio menor aceptación por parte de los habitantes de dicho entornos.
No se puede considerar en este sentido una casualidad que provincias como Soria o Teruel se mantengan en esas tasas de desempleo por debajo del 12% citadas al comienzo del artículo, aunque, obviamente, y como parte integrante de un todo la situación también se puede considerar proporcionalmente negativa.
Sin embargo, y esto sí resulta especialmente preocupante, en los dos últimos años se ha acentuado de manera notable la diferencia de tasa de desempleo media entre las provincias del norte y sur de nuestro país, ya que, mientras que la media de tasa de desempleo de las citadas provincias de la zona norte viene a situarse alrededor del 15% las de la zona sur se sitúan por encima del 30%.
Imagen 1 y 2: woodleywonderworks creative flickr commons // Re-Entry One Stop flickr creative commons
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